
Se recomienda que los comedores escolares no ofrezcan carne en sus menús más de uno o como mucho dos días por semana. La realidad es que muchos de ellos ofrecen carne varios días a la semana.
La Guía de Comedores Escolares, un documento avalado por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación, indica que la población infantil no debiera ingerir más de entre 150 a 340 gramos de carne por semana. Esto debiera repartirse en varias raciones, una o dos en el colegio y lo mismo en el hogar. Un estudio realizado por Greenpeace demuestra que estas recomendaciones están lejos de seguirse en los recintos escolares. El colectivo ecologista ha aprovechado el entorno del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, para difundir los datos.
«Los niños y niñas comen demasiada carne en los comedores escolares y eso no es bueno para su salud ni para la del planeta», ha declarado Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España. «Las Administraciones deben garantizar que al menos se cumplan las recomendaciones establecidas, un máximo de dos raciones de carne a la semana, y las familias exigirlo. Necesitamos una auténtica revolución alimentaria para garantizar nuestra propia supervivencia y la de las generaciones futuras y está en nuestro plato hacerla». El estudio analizó 55 menús servidos en 175 centros educativos escogidos aleatoriamente en centros tanto públicos como privados de Infantil y Primaria en cinco ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Soria).

La presencia de alimentos ecológicos es mínima en los menús escolares
Los comedores escolares son en realidad un reflejo bastante fiel de lo que son los patrones alimentarios en el conjunto de la sociedad. Por desgracia, y salvo excepciones, en lugar de servir para fijar nuevos modelos alimentarios, reproducen errores comunes. Y el elevado consumo de carne y derivados cárnicos que actualmente consume la población puede verse también en los menús de las escuelas, tal y como recoge este informe sobre alimentación en comedores escolares.
En ese sentido, Greenpeace lamenta también la ausencia de productos ecológicos. «Los alimentos ecológicos siguen brillando por su ausencia en los menús escolares y más aún la carne y otros derivados, que solo se han encontrado en un menú de los 55 analizados», ha expuesto Ferreirim durante la presentación del informe. Para la asociación es una oportunidad para cambiar la situación y proponen que un nuevo Plan de Contratación Pública Ecológica modifique esta inercia.
Lo idóneo, recuerdan desde Greenpeace, es favorecer entre niños y niñas la ingesta de alimentos de origen vegetal, así como un incremento exponencial de la oferta de alimentos ecológicos, locales y de temporada. De hecho, consideran que sería una excelente iniciativa para incrementar el de momento bajo consumo interno de estos productos. En esa línea, al tiempo que se facilita una alimentación sana y equilibrada a los menores, las escuelas pueden ayudar a dinamizar el sector.
Reducir el consumo de carne es imprescindible para resolver la crisis climática
Como hemos comentado en otras ocasiones en Diario.eco las pequeñas explotaciones ganaderas han ido desapareciendo para dejar paso a macrogranjas. En la actualidad, más del 80% de la ganadería en España es industrial y está contribuyendo al contexto de emergencia climática en la que nos encontramos. Y así está ocurriendo en otras partes del planeta.
Esto ha llevado a que casi el 80% de la superficie agrícola mundial esté dedicada a producir alimentos para animales en lugar de para personas. Como hemos comentado, detrás de la deforestación del Amazonas o detrás de los fuegos de Indonesia está esa voraz industria agroalimentaria. Este sector es responsable ya de un 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
En este sentido, iniciativas como la aquí mencionada para los comedores escolares y otras relacionadas en el mismo sentido, serán clave para cambiar esta negativa tendencia.