La Cumbre de Alcaldes de la red de ciudades C40 ha hecho pública una declaración en favor de la promoción de una «dieta de salud planetaria». Esto es, la promoción de alimentos de origen vegetal en detrimento de los de origen animal, y provenientes preferentemente de modelos de agricultura y ganadería ecológicos. Según las recomendaciones establecidas, se trataría de que no hubiese un consumo medio mayor de 300 gramos de carne por persona cada semana. De forma paralela, los responsables de las urbes firmantes prometen trabajar para reducir a la mitad el desperdicio alimentario durante la próxima década.
La declaración firmada en la capital de Dinamarca, la apoyan, además de la propia Copenhagen, las ciudades de Milan, Barcelona, Guadalajara (México), Lima, Londres, Los Angeles, Oslo, Paris, Quezon City, Seoul, Stockholm, Tokyo y Toronto. El anuncio coincide con la petición previa hace apenas unos días, por parte de un grupo destacado de científicos, de la reducción de oferta de carne en los comedores de gestión pública.
«Nuestras dietas no solo están dañando nuestra salud sino también el ecosistema que sustenta la vida humana. Los alimentos se encuentran entre los principales impulsores del cambio ambiental global que contribuyen al cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el uso de agua dulce, la interferencia con los ciclos globales de nitrógeno y fósforo y el cambio del sistema terrestre. La investigación muestra que, sin cambios sustanciales, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector alimentario aumentarán en un 38% para 2050. El mundo está en una crisis climática, causando sequías, inundaciones y desertificación, lo que reduce nuestra capacidad de alimentar a todos en el planeta», sostiene la declaración.
Greenpeace anima a otras ciudades a seguir el ejemplo de reducción de carne
«Greenpeace agradece el liderazgo demostrado por estas ciudades, e instamos a otras a que hagan lo mismo. Para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los bosques, las ciudades deben reducir significativamente su consumo de carne», ha afirmado Reyes Tirado, portavoz científica de Greenpeace Internacional, «Estamos en una emergencia climática, alimentada en gran medida por la excesiva producción y consumo de carne industrial. No tenemos tiempo que perder. Necesitamos medidas valientes y contundentes y estas ciudades han reconocido el enorme potencial cuando se reduce la oferta de carne».