Pese al consenso científico acerca del origen de la actual pandemia de coronavirus en este tipo de instalaciones, en diversos países asiáticos todavía no se han tomado medidas contundentes para poner bajo control estas áreas comerciales.
Hay que recordar que el comercio ilegal de especies animales protegidas diversas para el consumo humano y, en concreto, el de pangolines, es, a día de hoy según los científicos el probable origen del salto del coronavirus causante de Covid-19 a la especie humana. Un episodio que habría sucedido en China durante 2019 y que llevó al gobierno de China a decretar severas prohibiciones para este tipo de comercio y mercados de carne y animales exóticos.
Pero a la luz de la reciente investigación difundida por el programa australiano 60 minutes, el problema dista mucho de estar solucionado. El periodista Steven Galster es autor de una investigación encubierta en varios países asiáticos que revela que existen todavía mercados de alimentos en esta zona del planeta que siguen vendiendo vida silvestre de alto riesgo. Y esto sucede pese a que, oficialmente, las administraciones afirman que estos mercados han sido cerrados. Redes criminales seguirían operando en países como Tailandia, Indonesia, Camboya, Laos o Birmania, donde se mueven millones de euros en las transacciones relacionadas con este mercado de carne y animales exóticos.
Un mercado mezcla de «cámara de tortura y sucio laboratorio»
En el reportaje podemos ver a Galster en el mercado de Chatuchak, en Bangkok, un lugar que, afirma el reportero, parece con todo el potencial de «provocar un segundo Wuhan», en alusión al mercado chino donde presuntamente el manejo y sacrificio de animales provocó el salto del actual agresivo coronavirus a los humanos. El reportaje expone las graves condiciones en términos de higiene en las que se encuentra el mercado, a donde llega fauna con origen en redes de contrabando de todo el mundo. «Creo que este lugar es una cámara de tortura y un sucio laboratorio, todo mezclado en uno», afirma Galster.
«Con literalmente miles de personas es la tormenta perfecta para que vuelva a ocurrir lo de Wuhan aquí», lamenta, al tiempo que muestra las estrechas jaulas llenas de animales variados, desde lagartos a zorros, pasando por serpientes, hurones, puercoespines, suricatas, monos o iguanas, entre muchos otros. «Han sido sacados de sus entornos naturales y traídos a jaulas a miles de kilómetros en condiciones contaminadas, trayendo consigo Dios sabe qué», describe el periodista.
El reportaje incluye las declaraciones de Gabriel Leung, experto en salud pública de la Universidad de Hong Kong, quien explica que con seguridad animales de este tipo, muchos en peligro de extinción, provocaron el salto de este virus a humanos. «Tienes animales bajo estrés. Por lo tanto, su sistema inmunológico está debilitado y, a través del proceso de manipulación, incluido el sacrificio, es cuando se habría producido el mayor riesgo de saltar de animales a humanos», analiza.