El impacto de las macrogranjas amenaza el desarrollo de las vacunas

Preocupación por la detección de mutaciones del coronavirus en granjas de visones.

Visón tras jaula
Visones americanos enjaulados en granja peletera / Foto de Jo-Anne Mcarthur / WeAnimals Archive proporcionada por WWF

Dinamarca ha decidido el cierre de todas sus granjas peleteras. El motivo es la expansión del coronavirus, ya que se ha demostrado que las granjas de visón americano son reservorios del virus.

De hecho, se han detectado mutaciones que podrían hacer peligrar la efectividad de las vacunas que actualmente están en desarrollo. El anuncio coincide además con la divulgación de la vacuna de Pfizer en un avanzado estado hacia su comercialización a muy corto plazo.

Variante de coronavirus que puede causar epidemia paralela

El gobierno danés ha comunicado que se sacrificarán todos los animales de estas granjas de visones americanos. Se calcula que son en total unos 17 millones de visones, que están repartidos en más de un millar de granjas peleteras en todo el país.

El organismo danés de control de enfermedades infecciosas ha emitido un preocupante informe de evaluación de riesgo al respecto de estas macrogranjas. Las pruebas realizadas en laboratorio constatarían que el SARS-CoV-2 que provoca la Covid-19 ha mutado en estas granjas. Además, se trataría de mutaciones relacionadas con la adhesión proteica del virus a las células humanas. Una evolución del coronavirus muy preocupante, ya que las vacunas en desarrollo se basan principalmente en la inducción de respuestas inmunológicas frente a esas proteínas.

Dinamarca ha informado de la identificación de más de doscientas personas que mostrarían en sus analíticas una infección con esta nueva variante salida de las macrogranjas.

Reclaman cierre de granjas

Desde WWF España informan del seguimiento con preocupación de la evolución de los casos de infección de coronavirus en granjas de todo el mundo.

«A día de hoy, ya hay 288 granjas de visones registradas con brotes de coronavirus en al menos seis países distintos, incluida España, que sufrió el brote en Teruel (Puebla de Valverde)», recuerdan. Por este motivo, han reclamado al gobierno español el cierre inmediato de las granjas de visón americano, consideradas reservorios del coronavirus.

Dinamarca, Italia y España se encuentran entre los seis países que han informado casos de coronavirus en granjas de visones, informó la Organización Mundial de la Salud. También Países Bajos, Suecia y Estados Unidos cuentan con casos en sus criaderos, lo que presiona a los estados a reconsiderar una vez más el futuro de esa actividad económica.

AnimaNaturalis denuncia la indiferencia frente al grave peligro

«Es muy curioso constatar que a medida que algunos países van cerrando sus granjas o creando medidas más restrictivas para la cría de animales para peletería, en España se conceden más licencias y se abren nuevas explotaciones», ha declarado Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España. «Hay muchísimas razones medioambientales y éticas para poner fin a la industria de las pieles de animales, y ahora se une esta alarma de salud pública. ¿Cuánto más debemos esperar?», añade.

En España existen 37 explotaciones de visones (31 en Galicia, una en Aragón, una en el País Vasco, tres en Castilla y León y una en Valencia), donde malviven unos 750.000 animales al año. «No estamos hablando de una industria que ocupe tantos puestos de trabajo como quieren hacernos ver. Si el gobierno fue capaz de cerrar las minas de carbón de Asturias y ofrecer reciclaje laboral para toda esa gente, no es fantasía imaginar que se puede hacer lo mismo en este caso», dice Gascón. «Si se me permite hacer una sugerencia, diría que esas granjas podrían interesarse por la apicultura», agrega. «Nuestro planeta necesita una abeja mucho más que un millón de abrigos de piel».

La industria de los visones alimenta no sólo el sector textil de la peletería sino incluso sectores relacionados con la cosmética, tal y como hemos recogido anteriormente, ya que por ejemplo miles de estos visones son sacrificados para hacer pestañas con su piel.