El cambio sobre el estatus de los perros en China no impide aún seguir consumiendo su carne

Perros enjaulados para consumo de carne
Foto: Jean Chung – Humane Society International

ONGs ven con optimismo el giro legal, pero advierten que todavía no hay una prohibición estricta.

«Con el progreso de la civilización humana y la preocupación y preferencia del público por la protección de los animales, los perros han cambiado de animales domésticos tradicionales a animales de compañía. Los perros generalmente no son considerados como ganado o animales de corral en todo el mundo, y China tampoco debe administrarlos como ganado en ese sentido». El texto hecho público por el Ministerio de Agricultura y Medio Rural en China a comienzos de abril de 2020 alentó al optimismo en activistas de todo el mundo.

Se trata de un paso muy importante y que es fruto en gran parte de la intensa presión internacional que, de forma creciente en los últimos años, reprocha que se sigan sacrificando perros y gatos para consumir su carne. No obstante, la letra pequeña es importante y se trata de un paso, pero no todavía de una prohibición. En principio, el texto está abierto a la opinión pública y sectores afectados hasta mediados de mayo de 2020. Y por otro lado, la prensa china ha señalado que desde el propio ministerio de ha admitido que el borrador no establece una prohibición del consumo de carne de perro.

La población se aleja de estas prácticas, pero el sector todavía mueve mucho dinero

El reciente paso de la ciudad de Shenzhen para prohibir en su área el consumo de carne de perro es un indicio claro de que la sociedad china se mueve rápido hacia posturas favorables a la prohibición en todo el país. Encuestas realizadas a la población así lo indican, sobre todo en los tramos más jóvenes, los perros son animales de compañía y no comida para una inmensa mayoría. Personajes públicos como la cantante y actriz Karen Mok se han pronunciado públicamente a favor de una prohibición total.

Pero hay zonas de este amplísimo país donde estas crueles prácticas están todavía muy asentadas. Ejemplo son también algunas de las críticas recibidas en redes sociales por la anteriormente mencionada Karen Mok después de su mensaje público contra este consumo. Y factores adicionales en los últimos años, como la peste porcina que diezmó las granjas porcinas, abrieron espacios extra para los mercaderes de la carne canina. El Global Times recogía recientemente la opinión de dueños de negocios relacionados con estos mercados, que subrayaban el volumen de esta industria como argumento para defender su continuidad. Preguntado al respecto, un investigador de World Animal Protection en China opinó que con seguridad los pasos realmente decisivos para esta prohibición van a darse cuando, imitando a Shenzhen, otras ciudades y provincias sucesivamente vayan vetando este consumo de carne de perro. Y hay que recordar que, fuera de China, en toda Asia se calcula que hasta 30 millones de perros y 10 millones de gatos son sacrificados para servirlos como alimento cada año.