Furtivos atacan un buque patrulla de protección de la vaquita marina

Vaquita marina y patrullas para protegerla de las redes ilegales en el Golfo de California

Un buque de la plataforma Sea Shepherd Conservation Society, el Sharpie, a bordo del cual navegaban activistas del colectivo junto a funcionarios de la marina mexicana, Policía Federal y la Agencia de Protección Ambiental (Profepa), fue atacado a principios del febrero de 2020. La patrulla, con la capitana Jacqueline Le Duc al frente, navegaba en un área de la parte alta del Golfo de California con la misión de protección de la vaquita marina.

Según informan desde la asociación, cuatro pequeños esquifes conocidos en la zona como pangas se acercaron peligrosamente y dispararon al barco de Sea Sheperd. Por suerte, no se produjeron daños ni fue alcanzada ninguna persona a bordo del barco. El año ya había comenzado agitado con los furtivos acechando e intentando emboscar el Sharpie a inicios de enero. En un ataque posterior, alrededor de medio centenar de estas embarcaciones piratas se coordinaron para acosar al Sharpie, llegando a arrojar rocas y cócteles molotov, incendiando incluso el casco.

La población de vaquitas marinas está en peligro crítico de extinción en la llamada «zona crítica». El uso de redes de enmalle para atrapar la codiciada totoaba está diezmando esta especie, que a menudo perece enredada en estas artes de pesca cuyo uso es ilegal. La razón de la creciente violencia de los furtivos contra las patrullas de Sea Sheperd es precisamente la acción de este colectivo eliminando las redes de pesca ilegales de totoaba.

Peligro crítico de extinción para el «panda del mar»: apenas quedarían diez

«Esta pequeña marsopa no se descubrió hasta 1958 y, poco más de medio siglo después, estamos a punto de perderlos para siempre», lamentan desde WWF. «La vaquita se extinguirá si la captura incidental de la pesquería no se elimina de inmediato. Casi una de cada cinco vaquitas se enreda y se ahoga en redes de enmalle destinadas a otras especies marinas como la totoaba, un pez en peligro crítico que también se encuentra en la parte superior del Golfo de California».

El comercio internacional de totoaba está prohibido bajo la CITES, el acuerdo global entre los gobiernos para regular o prohibir el comercio internacional de especies amenazadas, pero la alta demanda de China por su vejiga natatoria ha llevado a un auge en la pesca ilegal de totoaba en los últimos años. La demanda de vejigas natatorias de totoaba ha sido impulsada por la creencia en la llamada medicina tradicional china de que son una cura para una variedad de enfermedades y dolencias. Miles de vejigas natatorias se secan y se sacan de contrabando de México, a menudo a través de los Estados Unidos. Los pescadores reciben alrededor de 3.600 euros por cada libra de vejiga natatoria de totoaba, lo que equivale al ingreso de medio año de actividades legales de pesca.

Vaquita marina
La marsopa Phocoena sinus, popularmente «vaquita marina» es el mamífero con mayor riesgo de extinción / Foto: Greenpeace

*Actualización a 1/11/2019

Avistan madres con crías de vaquita marina: Con apenas una decena de ejemplares la especie sigue intentando sobrevivir

Es el cetáceo más amenazado del mundo y en cualquier momento podría desaparecer definitivamente. De hecho los científicos ya han temido en varias ocasiones que hubiese muerto el último ejemplar, ya que en los últimos meses apenas una decena se han documentado. No obstante, en las últimas semanas un equipo de investigadores ha avistado tres hembras que nadaban con sus crías, lo que abre un resquicio de esperanza.

«Nos sentimos bastante aliviados de verlas», le contaba el biólogo marino Robert Pitman al San Diego Tribune, después de contar hasta seis ejemplares de vaquitas marinas. No obstante, el peligro se cierne sobre el animal, y es que en la misma expedición, los científicos también avistaron decenas de barcos de pesca ilegales en las áreas reservadas a la vaquita. Y es que aunque las leyes ambientales mexicanas prohíben la pesca en la zona, las normas no se hacen cumplir. Los pescadores incluso sabotean y roban el instrumental científico desplegado en la zona para monitorizar la actividad de la vaquita marina.

Noticias esperanzadoras sobre el potencial reproductor de la vaquita marina

Los científicos creían hasta ahora que las madres de vaquitas solo parían cada dos años. Esto apenas permitiría, en condiciones normales, que su población se expandiera al 4 por ciento anual, y esto siempre y cuando contasen con la protección adecuada.

Pero en en 2017 y 2018 pudieron documentar a la misma hembra con dos crías separadas, lo que sugiere que la vaquita puede reproducirse anualmente. Esto posibilitaría un ritmo más rápido de recuperación de la especie. No obstante, la hembra que dio a luz dos años seguidos puede haber perdido una cría y quedar embarazada nuevamente al año siguiente. En todo caso es una luz de optimismo. Y es que hasta ahora, la cría en cautividad no ha sido exitosa. Los esfuerzos hasta el momento en ese sentido han fracasado.

Piden sanciones a México por su incapacidad para detener la pesca ilegal de la marsopa del Pacífico o «vaquita»

(28/08/2019)

Algunos le llaman «el panda del mar» por sus círculos negros alrededor de los ojos. Hablamos de la vaquita o marsopa del Pacífico (Phocoena sinus), una de las seis especies de marsopa. Su población se estimaba hace tres años en apenas un centenar de ejemplares en el Golfo de California, en México. En la actualidad los expertos advierten de que podrían quedar no más de una docena de ejemplares.

Esto convierte a las vaquitas de mar en los mamíferos con mayor amenaza de extinción en el planeta en la actualidad. Estos días, y aprovechando la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), algunas ONG comunicaron que podrían quedar ya sólo diez ejemplares. En este contexto, solamente medidas drásticas salvarían a este animal de extinguirse. Y entre otras, reclaman que se sancione a México por su inoperancia frente a la situación.

La vaquita de mar ha sido víctima de la actividad de los cárteles mexicanos de la droga

Entre las causas de la rápida desaparición de la especie están las redes de enmalle usadas en la zona para capturar la totoaba que, a su vez, también es una especie amenazada de extinción. La totoaba se ha estado capturando masiva e ilegalmente para venderla en el mercado negro chino. Allí, consideran un manjar la vejiga natatoria de este pez y por cada ejemplar llegan a pagar hasta más de 18.000 euros. Esta circunstancia ha llevado a que se la bautice incluso como «la cocaína del mar» y que su captura sea controlada por narcotraficantes que organizan y gestionan a pescadores y el contrabando posterior.

Diversas ONG han denunciado la tolerancia de México con estas prácticas. Aducen que, dada la reducida área donde ya sólo viven las vaquitas, sería relativamente fácil para el gobierno patrullar la zona. Por su parte, México ha solicitado en CITES que se le permita legalizar la creación de granjas de totoaba. Consideran que estableciendo un mercado legal para esta demanda desde China, podría eliminarse el actual contrabando que, colateralmente, diezma a las vaquitas.

«México solo ha hecho promesas vacías para salvar a estas marsopas. El mundo está mirando y el presidente López Obrador tiene que detener toda la pesca con redes de enmalle y salvar la vaquita», afirma Alejandro Olivera, representante mexicano del Center of Biological Diversity en un comunicado difundido por el Animal Welfare Institute. «La extinción de la vaquita es completamente evitable», subraya Zak Smith, abogado principal del proyecto de protección de mamíferos marinos del Consejo de Defensa de Recursos Naturales.