La frase «Sea Sheperd Fuck», que podríamos traducir por «Jódete Sea Sheperd», grabada a cuchillo sobre el cuerpo mutilado de un delfín, es el último extremo al que han sido capaces de llegar pescadores en la costa francesa en su enfrentamiento con el grupo ecologista Sea Sheperd.
Un paso más en la escalada de amenazas, insultos e intimidación que, según denuncian los activistas, han venido sufriendo desde que navegan en ciertas zonas de pesca en misión de observación en la zona del Golfo de Vizcaya desde mediados de diciembre de 2019. La acción de los ecologistas se produce después de que en los últimos años se haya constatado una elevadísima mortandad de delfines relacionada con la actividad pesquera en la zona. Desde que en 2017 el Observatorio Pélagis calculase alrededor de 3.500 delfines muertos, el pasado 2019 la estimación se disparó hasta 11.300 ejemplares, de los que muchos aparecen muertos en las costas.
Las muertes son provocadas por la llamada captura incidental, provocada por redes de arrastre. Así se ha comprobado por las mutilaciones, amputaciones, roturas de mandíbula y otros signos típicos causados por estas redes que se han observado en los delfines muertos que acaban detectándose en las costas francesas del arco atlántico.
Los buques pesqueros se oponen a cualquier control
Mientras esto sucede, los pescadores «continúan arrojándose la pelota unos a otros» y los comités de Pesca rechazan categóricamente las cámaras en las cubiertas de los barcos, la que sería la única forma confiable de ver con claridad lo que está sucediendo. Por este motivo, el colectivo Sea Sheperd ha decidido enviar sus buques a la zona y documentar la actividad pesquera, con el fin de identificar las pesquerías responsables y ver como introducir medidas de emergencia.
