Un tercio del planeta sufrirá en 2070 temperaturas medias que hoy sólo registra el Sahara

Edificios entre calor y humo sofocante
Si no hay respuesta frente a la emergencia climática un estudio predice trágicas consecuencias.

Comenzando la década de 2020, para encontrar temperaturas medias promedio por encima de los 29 ºC tenemos que viajar hasta determinadas áreas del desierto del Sahara. Pero ese escenario abrasador estará mucho más extendido en todo el planeta dentro de medio siglo. Es más, se calcula que hasta 3.500 millones de personas podrían tener que vivir bajo esas extremas condiciones en 2070.

Una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences a comienzos de mayo de 2020 demuestra que, según los escenarios de calentamiento y crecimento de la población más probables, en los próximos 50 años se proyecta que entre 1.000 y 3 mil millones de personas quedarán fuera de las condiciones climáticas que han servido a la humanidad durante los últimos 6.000 años. Y es que hay que recordar que durante miles de años, los humanos se han concentrado en un subconjunto sorprendentemente estrecho de los climas disponibles de la Tierra, caracterizados por temperaturas medias anuales alrededor de ∼13 ° C.

Es decir, en ausencia de mitigación climática o migración, una parte sustancial de la humanidad estará expuesta a temperaturas medias anuales más cálidas que en casi cualquier lugar en la actualidad.

Mapa con áreas del planeta que sufrirán calor extremo en las próximas décadas
En el contexto actual, las zonas de calor extremo están restringidas a las pequeñas áreas oscuras en la región del Sahara. En 2070, se prevé que tales condiciones ocurran en toda el área sombreada siguiendo el escenario.

La gravedad del escenario depende de la respuesta a la crisis climática

La cantidad de personas que afrontarán esos riesgos dependerá de cuanto sea capaz la humanidad de consensuar estrategias para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono que atrapan el calor sobre el planeta y generan el calentamiento global. Se espera que cada incremento de hasta 1.8ºC en la temperatura media global empuje a mil millones de personas a temperaturas extremas. Serán aproximadamente 3.500 millones de personas, en el peor de los casos, las que vivirán en zonas extremadamente cálidas. El equivalente a un tercio de la población que se pronostica para 2070.

Apenas 20 millones de personas viven hoy en día en áreas que rozan ese clima extremo, en diferentes zonas desérticas, desde el Sahara hasta Arabia Saudí. Áreas que se extenderán por África, Asia, Australia y América del Sur, principalmente, en las próximas décadas. Lo preocupante además, es que el pronóstico es que afecte a áreas de gran pobreza donde la capacidad tecnológica de enfrentar esas temperaturas se prevé reducida. La India, Nigeria, Pakistán, Indonesia o Sudán serán algunos de los países más afectados.

¿Migraciones masivas por la crisis climática?

Los investigadores subrayan que la prosperidad humana está en muchos modos vinculada de manera compleja al clima. El hecho de que un volumen de hasta 3.500 millones de personas se pronostique que tendrá que afrontar el riesgo de vivir en áreas de temperatura extrema, induce a pensar en que con probabilidad podrían producirse emigraciones masivas.

No obstante, los científicos llaman a la prevención respecto a estos pronósticos. «Es importante destacar que, aunque nuestra proyección del cambio geográfico del nicho de temperatura es ilustrativa, no puede interpretarse como una predicción de la migración, ya que muchos otros factores además del clima afectan las decisiones de migración, y gran parte de la demanda de migración puede abordarse a través de la adaptación climática», exponen al respecto. En ese sentido, llaman a investigar más sobre cuáles son las implicaciones en términos de migración potencial futura en respuesta al desplazamiento geográfico del nicho de temperatura.

Referencia bibliográfica

Future of the human climate niche. Autores: Chi Xu, Timothy A. Kohler, Timothy M. Lenton, Jens-Christian Svenning, y Marten Scheffer. Publicación: PNAS. Mayo 2020.