Una muy criticada decisión que podría ser un primer paso a la autorización de Trump a la importación de trofeos de caza.
Había sido ya en 2016 cuando un aficionado a la caza de Florida viajó hasta Tanzania en un safari organizado. Durante esas vacaciones disparó y mató un león. El susodicho cazador, Carl Atkinson, había solicitado permiso para llevar hasta Estados Unidos este «trofeo de caza». Algo que, según la legislación actual no podría hacer, ya que se trata de un animal protegido en la regulación USA por tratarse de una especie amenazada.
Ahora, por vez primera, la administración Trump ha aprobado un permiso de importación de trofeo de caza para un león amenazado abatido en Tanzania. Desde colectivos como el Biological Diversity Center temen que «esta desagradable decisión sea solo la punta del iceberg». Consideran que podría ser un primer paso para dar luz verde a más importaciones de trofeos de caza, no sólo de leones, sino también de otras especies amenazadas, como es el caso de los elefantes. Decisión que además abriría la espita para un incremento de los cazadores dispuestos a pagar lo que sea para asesinar animales protegidos de todo tipo en el continente africano.
Es conocido que Donald Trump y sus hijos son grandes aficionados a la caza. Donald Trump Junior y Eric Trump han participado en cacerías en África en varias ocasiones y han defendido esta práctica con vehemencia. Anteriormente ya había sido muy criticada la revocación de la prohibición de las importaciones de trofeos de elefantes de Zimbabwe.