Burro, perro o mapaches en venta para cocinar: la zona cero del coronavirus antes de la pandemia

Jaulas con gatos y perros destinados al consumo humano
Mercado de carne de perro en Wuhan / Fotos: Animal Equality

Animal Equality, sección internacional de Igualdad Animal, presentaba hace ahora casi siete años una investigación realizada en China, en mercados de Wuhan, Taiping, Cong Hua y Nanhai, así en dos granjas de cría y engorde de perros, ubicadas en Jiaxiang y Jining, y un matadero en Zhanjiang. El objetivo específico de aquella investigación era documentar el mercado de perros y gatos detectado en todas estas zonas, con el fin de presionar para que se pusiese fin al comercio de carne de perro y gato en China. Tal y como denunciaba la asociación ya en aquel entonces, se trata de una auténtica «mafia» dedicada al tráfico animal. Como comentábamos, esta investigación incluyó Wuhan, la que años después sería zona cero del salto de animales a humanos del coronavirus que ha causado una grave pandemia. Allí durante años ha funcionado un mercado de venta de vida silvestre, mercados sobre los que el gobierno chino ha impuesto ahora severas restricciones.

Los investigadores de Animal Equality fueron testigos de como miles de animales llegaron en enormes camiones, apiñados en pequeñas jaulas. Perros, gatos o conejos eran descargados durante la noche y las jaulas donde estaban encerrados arrojadas como si de fardos se tratase desde la parte superior de los camiones. Los animales quedaban con sus huesos rotos al caer al suelo los receptáculos que los transportaban, donde a veces por ejemplo gatas preñadas habían dado a luz incluso durante el viaje, con sus gatitos generalmente muertos aplastados en el proceso de descarga de los camiones.

Carteles publicitando la venta de carne de perro y jaulas con gatos y perros destinados al consumo humano
Mercado de carne de perro en Wuhan / Fotos: Animal Equality

Tal y como explican, comer carne de perro no es típico en Wuhan. Pero pese a todo, la investigación de Igualdad Animal descubrió en el mercado local un establecimiento lleno de jaulas, dentro del cual se encontraba una gran cantidad de animales vivos, todos criados para la venta de su carne: 15 perros distribuidos entre varias jaulas, así como ciervos, caimanes, conejos, mapaches, erizos, un puercoespín, codorniz, burros y gansos. Según recuerdan, en la misma mañana en la que visitaron el mercado de Wuhan, en ese puesto en concreto al menos un perro había sido sacrificado, ya que pudieron comprobar como su piel se extendía sobre una de las jaulas. En otra jaula, incluso pudieron documentar un cráneo de un perro.

Este vídeo recoge grabaciones realizadas en otros mercados en las áreas de Zhanjiang y Leizhou. Avisamos que las imágenes pueden herir tu sensibilidad.