Los peligrosos efectos del clorpirifós para la salud humana

El clorpirifós es un insecticida disruptor endocrino. Es decir, altera el sistema hormonal humano. Principalmente, tiene una actividad estrogénica ya que afecta a la labor de las hormonas femeninas o estrógenos. Esto implica incontables efectos para la salud que pueden derivarse de esta interferencia.

Efectos del clorpirifós en embarazadas y niños

Las consecuencias de su exposición durante el embarazo son las que han llevado a su prohibición en Estados Unidos, además de otros seis estados europeos. Existen numerosas evidencias científicas que demuestran que el clorpirifós causa graves daños al desarrollo cerebral infantil. Además es mutágeno (capaz de alterar el ADN), persistente y bioacumulable.

La exposición al clorpirifós, en pequeñas dosis, interfiere con el mecanismo neuroendocrino del hipotálamo que regula las respuestas sociales. Uno de los efectos observados en la exposición neonatal a este contaminante hormonal es el aumento de la agresividad cuando los niños sean adultos. Al dañar el mecanismo neuroendocrino del hipotálamo, el clorpirifós se relaciona también con pérdida de inteligencia, cambios en la conducta e incluso trastornos como el autismo.

Efectos del clorpirifós en adultos

Los agricultores y sus familias son el primer grupo que experimenta los impactos negativos en la salud por la exposición directa al crolpirifós. La mayor parte de la población también está indirectamente expuesta. Las personas que viven cerca o en zonas agrícolas y los consumidores que comen productos con residuos de clorpirifós.

La exposición al clorpirifós, incluso en pequeñas dosis, se relaciona con la pérdida de memoria en el trabajo, la alteración hormonal endocrina, y la enfermedad de Parkinson.

Otros efectos que se asocian a su exposición son alterar el metabolismo de grasas e insulina creando un patrón semejante a los factores de riesgo en adultos para arteroesclerosis y diabetes.

Campaña para exigir la prohibición en Europa del clorpirifós

La prohibición en Estados unidos del clorpirifós se ha producido tras años de lucha de organizaciones ecologistas y de la salud. Estos colectivos han promovido y difundido estudios que han demostrado los graves daños que ocasiona este agrotóxico.

Esta prohibición ha dado esperanza de que pueda prohibirse también en Europa. La autorización del clorpirifós en la Unión Europea expira el 31 de enero de 2020. La organización Ecologistas en Acción, junto con otras asociaciones, ha puesto en marcha una estrategia contra este tóxico. Para ello han comenzado una campaña para recoger firmas con el objetivo de forzar a la Unión Europea a que no renueve la licencia a este tóxico y fomente las alternativas al mismo.

Más de 200.000 personas ya han firmado la petición conjunta en la que colabora Ecologistas en Acción, la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL), Générations Futures, SumOfUs y las ramas europea y alemana de la Red de Acción contra los Plaguicidas (PAN Europe).

Si también quieres pedir el final de este tóxico, puedes firmar aquí: UE – Dejen de contaminar nuestros alimentos con clorpirifós

El reciente pronunciamiento oficial de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre el clorpirifós hace muy probable que esta prohibición finalmente se lleve a cabo. Las conclusiones de la EFSA admiten las graves evidencias denunciadas sobre los efectos de este tipo de sustancias. De hecho, destacan su impacto y efectos adversos especialmente en el sistema neurológico de nonatos y niños expuestos al insecticida.