La caída a niveles históricamente bajos de la capa de ozono ártica está sorprendiendo a los científicos.
Los datos impactan además en un contexto donde la capa de ozono sobre la Antártida se había fortalecido significativamente. Los datos han sido difundidos por el Copernicus Atmosphere Monitoring Service, desde donde apuntan que se trata de un agujero «muy inusual». «Normalmente no vemos este nivel de agotamiento del ozono en el Ártico durante la primavera del hemisferio norte», señalan. Tradicionalmente, es la primavera del hemisferio sur, alrededor de septiembre, cuando se detectan significativos descensos en el ozono antártico.
Los científicos esperan que a medida que las temperaturas comiencen a subir camino del verano en el hemisferio norte, la estratosfera se calentará y los valores de ozono sobre el Ártico deberían recuperarse. Obviamente, la población de los países bajo este enorme agujero afronta un aumento de la radiación ultravioleta mientras esta anomalía continúe y el escudo protector de ozono permanezca tan débil.
No obstante, los científicos no consideran alarmante esta circunstancia sino dentro de parámetros posibles y pronosticables. De hecho, hay consenso científico en que el llamado Protocolo de Montreal de 1987 que estableció la prohibición de los compuestos artificiales llamados clorofluorocarbonos (CFC) ha sido un éxito de colaboración internacional y el problema con la capa de ozono estaría ahora mismo en proceso de ser controlado.
Dramatic #ozone loss (30%) over North Pole seen from space by #IASI. Exceptional meteorological conditions led to a mini "ozone hole" in March 2020. The images are averages over 1-16 March for 2009-2020. pic.twitter.com/J0VIuxb8AA
— AC SAF (@Atmospheric_SAF) March 18, 2020