Un informe de WWF concluye que frente al impacto del cambio climático hay que apostar por una cultura del ahorro del agua y ajuste las demandas a los recursos realmente disponibles.
Es decir, la estrategia recomendable es exactamente la contraria a la que ha venido siendo protagonista durante décadas. Y es que, alertan desde WWF y ANP |WWF Portugal en este estudio conjunto, la mala gestión y la sobreexplotación del agua son la cara oculta de sequías.
España y Portugal comparten un modelo de gestión de agua que prioriza los grandes consumos, como el sector del regadío. Para alimentar esta creciente demanda de agua se ha optado por viejas recetas basadas en la construcción de nuevos embalses, trasvases o aumentar la superficie de regadíos. «Una política de despilfarro del agua que agrava la desertificación de nuestro territorio», lamentan. A ello se suma, que la península tiene una de los índices más alto de sobreexplotación de agua de Europa.
Los períodos secos serán cada vez más largos e intensos
Las sequías son un fenómeno habitual en la península ibérica, sin embargo, con el cambio climático los periodos secos serán cada vez más largos e intensos. Este desafío compartido exige un nuevo modelo de gestión del agua, de lo contrario, «la escasez de agua asolará España y Portugal». Es la principal conclusión de este informe.
Los responsables de este estudio avisan de que los problemas de escasez de agua no pueden resolverse mediante medidas de emergencia tomadas durante un evento de sequía. «Deben abordarse antes, cuando todavía hay recursos suficientes», ajustando la demanda a un nivel realista de seguridad para asignar los recursos en los próximos años.