Atracción turística promovida por una asociación hotelera y que suma ya dieciséis ediciones.
Jóvenes elefantes golpeados con diversas armas como cuchillos y varas de madera, sometidos a ganchos con forma de lanza afilados en su extremo o incluso repetidamente sacudidos detrás de sus orejas para obligarlos a jugar al fútbol. Son algunas de las crueles acciones documentadas en vídeo por testigos y difundidas por activistas de la asociación internacional para el tratamiento ético de los animales, PETA.
Las imágenes fueron grabadas durante el llamado Festival del Elefante de Chitwan, en Nepal, que tiene lugar cada mes de diciembre en la ciudad turística de Sauraha. El festival llega este 2019 a su decimosexta edición y tiene una duración de seis días. Su objetivo es estrictamente turístico y el evento es promovido por una asociación regional de hoteles. Sus promotores difunden un amplio programa de actividades con la intervención de eletantes: fútbol con elefantes, polo de elefantes, excursiones rápidas con elefantes, baños con elefantes, pícnic con elefantes, etc. De forma paralela hay diversas actividades relacionadas con la gastronomía y la artesanía enfocadas al turismo.
Desde la denuncia de PETA de maltrato de elefantes en anteriores ediciones, multitud de patrocinadores han cortado relación con el evento que, no obstante, sigue adelante sostenido con ayudas públicas y con el patrocinio de una asociación de empresarios turísticos de la zona. PETA reclama el cese de este festival en su formato actual que, denuncian, está basado en el uso de la «constante violencia física» para el sometimiento» de los elefantes, «asustados y sumisos» a las diferentes actividades organizadas. Es la segunda denuncia a nivel internacional por maltrato animal en Nepal en pocas semanas, luego de las críticas recibidas por la renovación del permiso para la cruenta masacre animal del festival de Ghadimai.
