No es una novedad que pasar tiempo con animales disminuye el estrés y la ansiedad. Y basándose en esa realidad científica, la Mountain Horse Farm, al noroeste del estado de Nueva York, propone una novedosa terapia: acurrucarse con sus vacas. Sostienen que es un excelente y eficaz método para mejorar el bienestar.
Su llamada “Experiencia de Caballos y Vacas”, permite a los huéspedes pasar un amplio rato con los animales, acariciarlos, cepillarlos, abrazarlos y acurrucarse junto a ellos. Explican desde la granja que caballos y vacas tienen un especial lenguaje corporal a la hora de comunicarse con los humanos. Además, la temperatura corporal de las vacas es más alta que la nuestra y tienen un pulso más bajo. Según relatan, acurrucarse con los bovinos ha demostrado disminuir el estrés y ayudar a estrechar los vínculos con la naturaleza.
«Pueden sentir tu satisfacción, amargura o tensión. Estas criaturas reaccionarán a ti sin juzgarte», nos cuentan, indicando que es una experiencia muy relajante. Relajación, incremento de la sensación de bienestar, tranquilidad, comodidad, mejora de atención y autoconfianza, etc Son algunos de los beneficios que tendrían estas sesiones. Los diferentes packs de ocio y relajación que ofrece la granja parten desde los 65 dólares. Con todo, en declaraciones citadas por la BBC, el étologo Mario Becker se mostraba escéptico respecto a esta práctica, opinando que las vacas «son animales huidizos que no están hechos para acurrucarse con la gente». Sea como fuer, recordar que, como ya hemos contado en una ocasión, cada abrazo cuenta, y abrazar nos hace más inteligentes.