Entre Noruega y Canadá a un ritmo de 46,3 km por día, los científicos no daban crédito.
¿Se habrá caído el dispositivo y, quizás, se habrá movido desplazado arrastrado por alguna embarcación? Los investigadores del Instituto Polar de Noruega apenas podían creer lo que el collar sensor que habían colocado a una hembra de zorro polar estaba transmitiendo. El animal se estaba moviendo a un ritmo de 46,3 kilómetros por día e incluso en una de las jornadas indicaba que había recorrido hasta 155 kilómetros a través del hielo y glaciares. Pero así de espectacular comprobaron que había sido, permitiéndoles documentar una migración inédita de una especie de este tipo entre ecosistemas de dos continentes, tal y como relatan para el diario británico The Guardian.
En eterna búsqueda de alimento, aún cuando no tenga cachorro que cuidar, la tarea, incansable, del zorro es buscar comida. De hecho, a veces la entierra para los tiempos de mayor escaseza. Foto: Ann Kristin
Su color acostumbra a cambiar entre invierno y verano, mudando su «traje» blanco por uno marrón.
El zorro ártico vagó a través del hielo marino desde #Svalbard en Europa hasta #Canadá en América del Norte a un ritmo que ningún científico había documentado previamente. Foto: Elise Stømseng
Fjellreven vandret via havisen fra #Svalbard i Europa til #Canada i Nord-Amerika i et tempo ingen forskere tidligere har dokumentert. Foto: Elise Stømseng Les mer: https://t.co/Gk3xirq3YE pic.twitter.com/adzOVNFfyx
— Norsk Polarinstitutt (@NorskPolar) 26 de junio de 2019
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) nombró al zorro ártico (Vulpes lagopus) como una de las 10 especies emblemáticas para ilustrar los impactos del cambio climático. En la parte continental de Noruega, el zorro ártico se encuentra en la lista roja de especies «En Peligro Crítico» de extinción. En la zona noruega de Svalbard la población se considera de momento fuera de riesgo.