Hasta final de agosto analizarán las normas del comercio de especies y debatirán importantes temas relacionados por ejemplo con los rinocerontes, el palo de rosa, las anguilas, los tiburones o los grandes felinos.
Desde el sábado 17 de agosto y hasta el día 28 del mismo mes tiene lugar en la ciudad suiza de Ginebra la Conferencia Mundial sobre Vida Silvestre. Un evento convocado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) que debe adoptar decisiones y resoluciones consensuadas sobre muy diversos temas relacionados con la biodiversidad.
En la mesa se verán muy diversas posturas, enfrentadas alrededor de algunos temas y donde representantes de 183 países deberán encontrar puntos de equilibrio en favor del planeta. La cita llega con 56 nuevas propuestas para cambiar los niveles de protección que ofrece la CITES a las especies de fauna y flora silvestres que son objeto de comercio internacional. Muchas de esas propuestas pretenden garantizar que el comercio de especies en situación de riesgo sigue siendo sostenible. En algunos casos se recomienda la prohibición de todas las transacciones comerciales de especímenes de especies amenazadas de extinción (incluyéndolas en el llamado Apéndice I). Otras tienen por finalidad proporcionar pruebas de que una población se ha estabilizado o ampliado (pasando al llamado Apéndice II).
Un foro destinado a establecer normas de protección rigurosas
«La CITES establece normas para el comercio internacional de fauna y flora silvestres. Es un poderoso instrumento para garantizar la sustentablidad y responder a la rápida pérdida de la diversidad biológica, a menudo denominada la sexta crisis de extinción», explica Ivonne Higüero, Secretaria General de la CITES. El organismo trata de evitar y revertir las disminuciones en las poblaciones de especies. La Secretaria General ha subrayado que la conferencia de este año «se centrará en reforzar las normas y estándares existentes al tiempo que se amplían los beneficios del régimen de la CITES a nuevas plantas y animales amenazadas por la actividad antropogénica».
CITES es un poderoso instrumento para garantizar la sustentablidad y responder a la rápida pérdida de la diversidad biológica
«Las normas claras y aplicables basadas en sólidos datos científicos y políticas eficaces son esenciales para proteger la riqueza natural y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que han adoptado los gobiernos del planeta. Dado que se basa en datos científicos, está orientada a la aplicación y es pragmática, la CITES desempeña una función crucial para promover los esfuerzos internacionales en pro de conservar y utilizar sosteniblemente nuestro capital natural», añade Higüero.
18ª reunión de la Conferencia de las Partes en la CITES (CoP18)
Las nuevas normas de comercio de vida silvestre que se abordarán en la 18ª reunión de la Conferencia de las Partes en la CITES (CoP18) abarcan una gran variedad de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, árboles y otras plantas.
La CoP18 pretende adoptar una estrategia para los años venideros y mejorar la eficacia de la Convención mediante acuerdos sobre la interpretación y la aplicación de sus disposiciones. Por ejemplo, el documento de Visión Estratégica de la CITES después de 2020, se presentará para su examen y adopción. El proyecto busca que en 2030, «todo el comercio internacional de fauna y flora silvestre sea legal y sostenible, acorde con la conservación de las especies a largo plazo y, por tanto, contribuyendo a poner freno a la pérdida de la biodiversidad«.
Asimismo, destaca la función de la CITES en contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.