Ozono troposférico, el ozono «malo»

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El ozono es un gas compuesto por tres átomos de oxígeno (O3). El ozono se encuentra tanto en la atmósfera superior de la Tierra como a nivel del suelo.

Llamado ozono estratosférico, el ozono «bueno» se encuentra naturalmente en la atmósfera superior, donde forma una capa protectora que nos protege de los dañinos rayos ultravioleta del sol. Este ozono beneficioso ha sido parcialmente destruido por químicos artificiales, causando lo que popularmente conocemos por «agujero de ozono». Por suerte, el consenso internacional conseguido hace años en este sentido ha conseguido revertir la gravedad de la situación de ese agujero de ozono.

Ozono «malo»

El ozono troposférico, también conocido como ozono «malo» por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por el transporte y algunas industrias, en presencia de radiación solar.

Es el ingrediente principal en el llamado “smog”. Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas (asma, EPOC) y el agravamiento de patologías cardiovasculares, con resultado de hospitalización o muerte.

La Agencia Europea de Medio Ambiente estima entre 1.500 y 1.800 las muertes prematuras anuales en España producidas como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados habitualmente en verano en el centro y sur de España. El ozono, además de para las personas, es tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.

Fuentes:
– Ecologistas en Acción
– Agencia Europea de Medio Ambiente
– Agencia de Protección Ambiental EPA
– NASA