
Ecologistas en Acción denuncia la negligencia de las autoridades españolas frente a los alarmantes datos.
París, Marsella, Estrasburgo, Lyon, Lille, Annecy… Diversas áreas metropolitanas en Francia veían restringido el tráfico en fechas recientes durante la ola de calor de este verano de 2019. Se prohibía la circulación de vehículos, se establecían reducciones de velocidad, se bonificaba el transporte público, etc. Todas ellas, medidas destinadas a reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Con la honrosa excepción de Valladolid, la aplicación de medidas similares ha brillado por su ausencia en España. Mientras, los niveles de contaminación eran preocupantes en múltiples puntos de la península. De Andalucía a Cataluña, de Euskadi a Murcia, pasando por Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Comunidad Valenciana…
Y es que el elevado calor ha provocado que se disparasen los niveles de ozono troposférico. Un efecto derivado de las emisiones contaminantes del tráfico motorizado, pero no sólo. También el transporte marítimo y la producción de electricidad en centrales térmicas por el mayor uso de aire acondicionado, contribuyen a esta situación. De esta forma, se han producido doscientas superaciones del umbral de información a la población. Este umbral está en 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, como media horaria.

Las administraciones obvian las exigencias normativas sobre contaminación
Recuerdan desde Ecologistas en Acción que la legislación española establece que cuando en una zona exista el riesgo de que el nivel de ozono supere el umbral de alerta hay un protocolo a aplicar. Las comunidades autónomas deben elaborar planes de acción que indicarán las medidas que deben adoptarse a corto plazo para reducir el riesgo de superación o la duración de la misma. Esos planes de acción podrán incluir medidas relativas al tráfico de vehículos de motor y al funcionamiento de instalaciones industriales.
Por ejemplo, hay que advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños y niñas, personas mayores, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares. Debe recomendarse a esta población de riesgo que se protejan evitando en las horas centrales del día y a la caída de la tarde cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.
¿Qué es el «ozono malo»?

El ozono troposférico, también conocido como «ozono malo» por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.
Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar. También causa el agravamiento de patologías cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima entre 1.600 y 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días. El ozono, además de para las personas, también es tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.
Según el último informe sobre la calidad del aire publicado por Ecologistas en Acción, los niveles elevados de ozono afectan de manera estructural al 87% de la población y el 92% del territorio estatal. Es el contaminante más extendido en España, con tendencia al alza.
Preocupante situación del aire en múltiples puntos de la península
Según el análisis de los datos realizado por Ecologistas en Acción, la peor situación se ha registrado en la Plana de Vic en Barcelona (32 superaciones). Seguida de la ciudad de Barcelona (16), la Sierra de Madrid (16), las Comarques de Girona (12), la ciudad de Madrid (8), el Pirineo catalán (6), Azuqueca de Henares y Guadalajara (6), el Camp de Tarragona (5), Mérida (4), el Pirineo aragonés (3), Cirat en Castellón (3), Vilamarxant en Valencia (3). También diversas localidades de las áreas metropolitanas de Barcelona (Badalona, Gavà, Sant Adrià, Sant Vicenç, Viladecans, Granollers, Montcada, Rubí, Sant Cugat) y de Madrid (Alcalá, Alcobendas, Algete, Collado Villalba, Coslada, Getafe, Rivas, Torrejón).
La máxima contaminación se registró en la estación de Montseny (Barcelona) el 28 de junio. Allí se alcanzó un nivel de ozono de 263 microgramos por metro cúbico, por encima incluso del umbral legal de alerta (establecido en 240 microgramos por metro cúbico, como media horaria), por primera vez desde 2003 en Cataluña. En conjunto, en el último mes se han registrado ocho superaciones de este umbral de alerta, repartidas entre los episodios de finales de junio (en el área metropolitana de Barcelona y el Camp de Tarragona) y de esta misma semana, la última superación el pasado martes 23 de julio en la estación barcelonesa de Vic.