La anormal climatología trastorna los hábitos de caza y pone en riesgo su supervivencia.
En un período de apenas tres días, más de 50 osos polares han llegado al Cabo Kozhevnikov en Chukotka, cerca del pueblo de Ryrkaypiy, en Rusia, en busca de comida. Allí han encontrado un filón en los restos de varias morsas. Este jueves 5 de diciembre, miembros de la llamada Patrulla de Osos Polares, han contado hasta un total de 56 osos en una pequeña área a poco más de un kilómetro de la costa.
«Casi todos los osos son delgados. Hay animales adultos y jóvenes, incluidos cachorros de diferentes edades con sus madre» , explica Tatyana Minenko, la jefa de la Patrulla del Oso en Ryrkaypiy.
Tatyana Minenko y Maksim Dyominov, de la Patrulla, vigilan el área del pueblo varias veces al día. El riesgo de los encuentros de vecinos con osos se incrementa por la ansiedad de los animales en esta época y bajo las actuales condiciones. La Patrulla vigila especialmente en el entorno de las escuelas, para evitar que las personas se crucen con los osos. Su tarea principal es evitar que los osos entren al pueblo desde el cabo. La administración local y los residentes se ofrecen como voluntarios, inspeccionando el área en motos de nieve y controlando a estos hambrientos invitados que llegan desde el cabo. Durante la invasión de los osos, todos los eventos públicos, como los conciertos o ensayos de Año Nuevo, se cancelan. Y hay autobuses especiales que llevan a los niños a la escuela y la guardería.
Situación inusual debido al ciclo de altas temperaturas
La presencia de osos polares visitando esta zona es algo tradicional, y de ahí la habitual actividad de la mencionada Patrulla del oso. Lo que no es habitual es una reunión tan masiva de osos polares como la documentada estos días. Un dato que confirma la tendencia, según subrayan desde WWF Rusia: el número de encuentros humanos y de depredadores en el Ártico está aumentando. La razón principal es la disminución del área de hielo marino debido al cambio climático, que cambia los hábitos de los osos polares. En ausencia de una capa de hielo, los animales se ven obligados a desembarcar en busca de alimento.
«Si hay suficiente hielo, los osos irían más al norte para cazar focas. Hasta que el hielo no sea lo suficientemente grueso, se quedarán en tierra y podrán visitar con más frecuencia el pueblo debido a la curiosidad y al hambre. Los puntos no controlados de basura pueden atraer a los animales: los osos irá por el olor del desperdicio de comida, independientemente de la disponibilidad de otros alimentos» , dice Mikhail Stishov, coordinador de proyectos de biodiversidad del Ártico de WWF-Rusia. «La presencia de osos polares se está volviendo más frecuente, y tenemos que adaptarnos y encontrar formas para evitar conflictos entre personas y animales», apunta.