La organización Peta Deutchland, colectivo alemán de la asociación internacional Peta de defensa de los derechos de los animales, documentó el pasado mes de septiembre en Grecia un nuevo caso de maltrato animal que sus promotores justifican en la actividad turística. Las imágenes grabadas con cámara oculta fueron difundidas a mediados de noviembre y muestran el impacto de los paseos turísticos en burro en la isla griega de Santorini.
Los vídeos muestran como los animales resultan heridos después de agotadoras horas de trabajo y cargas demasiado pesadas. Se ve como bozales y cabestros metálicos les causan heridas y llagas al estar demasiado apretados y los estragos de las rozaduras de las sillas de montar en su piel sensible. También como son golpeados con palos durante los trayectos. En uno de los vídeos se ve a uno de los animales con una grave y dolorosa lesión en un ojo infestada de moscas. De forma especial, se centran en práctica de obligar a los burros a subir los 500 escalones que se cuentan entre el puerto de la isla y Fira. De hecho, ante anteriores protestas, la propia administración griega había prohibido que turistas que pesasen más de 100 kilogramos se subiesen en los animales.