Malos tratos, suciedad y devastador impacto ambiental: lo que esconde la mozarella

Malas condiciones de búfalos y búfalas en granjas productoras de queso mozarella
Imagen: Igualdad Animal

Igualdad Animal denuncia que el comercio de la mozarella de búfala se basa en «crueldad, violencia y territorios devastados».

Mucha gente sabe que la mozarella es un tipo de queso más, común en múltiples supermercados, pero desconoce las particularidades de su producción. De cara al público se vende como una «excelencia Made in Italia», fruto de una denominación de origen italiana que establece para su elaboración el uso de leche de búfala. Si bien hay también una variantes elaborada con leche de vaca o incluso oveja, es básicamente la de búfala la que da nombre a la famosa mozarella.

La Fundación Igualdad Animal ha investigado el funcionamiento de esta industria. Una industria que cada año promueve la cría de cerca de medio millón de búfalos en Italia. Y las conclusiones, difundidas esta semana, resultan preocupantes. Para empezar, las granjas productoras tienen un elevado impacto medioambiental. En imágenes documentadas por activistas de la organización se ven vertidos directos de aguas residuales a lagos y mar. También residuos que son liberados a tierras circundantes, purines sin tratar que acaban filtrándose a los acuíferos.

Pero lo peor, tal y como explican, son las crueles condiciones y el maltrato a los animales. Cubiertos de barro y heces, viviendo junto cadáveres de otros animales muertos bajo paja y excrementos… El estado de los búfalos documentado por Igualdad Animal evidencia muy precarias condiciones sanitarias. De forma especial se denuncia el «trato brutal» al que estarían siendo sometidos los pequeños búfalos machos. Dado que para la industria no tienen valor, son apartados «para que mueran de hambre y sed tras arrebatárselos a su madre tras el parto». Los activistas también han documentado la administración de medicamentos a las búfalas sin supervisión veterinaria ni precauciones higiénicas.