
Ecologistas en Acción llama a tomar medidas urgentes en el archipiélago, incluyendo una política integral de «prevención, vigilancia y gestión de los montes».
El grave incendio iniciado hace ya una semana en Gran Canaria es ya oficialmente el más grande de los registrados en España desde 2017. Según las cifras comunicadas por el Ministerio de Agricultura este viernes 23, alcanzaría ya un total de 10.346 hectáreas. Hay que recordar que ha afectado a una decena de municipios y medio centenar de núcleos de población, obligando a desalojar a casi 10 mil personas.
Los incendios anteriores habían quemado alrededor de 2 mil hectáreas. En el primer caso debido a la negligencia de un vecino y en el segundo provocado intencionadamente (el tercero y más grave está todavía bajo investigación). En cualquier caso, conjuntamente, estos tres fuegos han arrasado alrededor del 8% de la superficie de la isla, destruyendo zonas de alto valor ecológico.
El cambio climático agrava el impacto de los incendios
«Los grandes incendios forestales (aquellos de más de 500 hectáreas) están relacionados con el cambio climático ya que éste ha favorecido la comparecencia cada vez más frecuente de los famosos 30-30-30, es decir, más de 30 ºC, viento de más de 30 km/h y menos de un 30% de humedad relativa, algo que resulta todo un cóctel molotov», explica Eugenio Reyes, portavoz del colectivo local Ben Magec-Ecologistas en Acción.
Para esta asociación está claro que los grandes incendios forestales acontecidos en Gran Canaria en estos últimos 15 días son una evidencia clara del cambio climático. Fuegos muy complicados de dominar que explican la «necesidad de declarar ya la emergencia climática en el archipiélago para empezar a tomar medidas urgentes».
En el mismo sentido se ha pronunciado Greenpeace. Este colectivo señala que los expertos llevan décadas advirtiendo sobre el cambio en las características de los incendios forestales en España. «Y los científicos del IPCC de Naciones Unidas vaticinaban escenarios como el que estamos viviendo este verano», recuerdan. Subida de temperaturas, sequedad de suelo, escasez de agua, etc. Este cambio climático no provoca incendios por si solo, «pero los hace más virulentos».
El abandono del campo favorece los fuegos
Los ambientalistas explican también que las consecuencias de los incendios canarios son agravadas por el abandono del campo. «La apuesta del archipiélago por la industria turística ha producido una creciente y paulatina tercerización de la economía canaria desde los años sesenta hasta la actualidad», señalan al respecto.
Además, la presencia en ellos de especies exóticas invasoras que son de rápida combustión y que dan continuidad al fuego facilitando su expansión, también hacen más grave la situación.
Como conclusión, la organización ecologista ha reiterado que es necesaria «una política integral de prevención, vigilancia y gestión de los montes, así como una reactivación del mundo rural con criterios de sostenibilidad».