El colectivo espera en la práctica una «letra» más «concreta y ambiciosa» y propone una docena de prioridades en materia ambiental.
«Tras analizar el acuerdo de Gobierno de coalición y el discurso de investidura, parece que la música suena bien, estamos en la dirección correcta y lo aplaudimos, pero necesitamos una letra más concreta y ambiciosa. Nos encontramos en una situación de emergencia climática y en una grave crisis de la biodiversidad del planeta, por lo que no caben medias tintas: nos queda solo una década para reconducir la situación, según nos indica la comunidad científica», ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace España.
El colectivo propone al nuevo ejecutivo que incluya en su agenda de prioridades los siguientes puntos:
- Aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica que incorpore todos los sectores económicos, con objetivos ambiciosos para cumplir con el límite de 1,5 ºC y claros mecanismos de mitigación y adaptación ante la emergencia climática.
- Un Plan Nacional de Energía y Clima más ambicioso que incluya el objetivo de un sistema eléctrico 100% renovable en 2030 y especifique la fecha de cierre de las centrales de carbón y nuclear en 2025.
- Aprobar una ley de movilidad sostenible y financiación del transporte público que favorezca la sostenibilidad del transporte, promoviendo la reducción del uso del automóvil y de los vuelos peninsulares en favor de una red ferroviaria baja en emisiones y accesible para todas las personas.
- Fomentar la agricultura ecológica hasta alcanzar un 30% de la superficie agrícola utilizada para 2030 y 100% en 2050, así como frenar la expansión de la ganadería industrial estableciendo una moratoria estatal y promover la adopción de la “dieta de salud planetaria”, tal como pide la comunidad científica.
- Establecer objetivos de fiscalidad verde y movilizar los recursos necesarios para hacer frente a la transición ecológica justa que necesita el país.
- Derogar la ley mordaza y restituir las garantías constitucionales de los derechos de reunión, manifestación y libertad de expresión.
- Suspender las negociaciones para un acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur hasta que se alinee con el objetivo del 1,5 ºC del Acuerdo de París, el Convenio de Diversidad Biológica y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, entre otros acuerdos multilaterales.
- Apoyar la aprobación de un Tratado Global de los Océanos que proteja el 30% de los océanos para 2030.
- Actualizar la Ley de Costas –desmontando la reforma de 2013- para adaptarla a la realidad del cambio climático y evitar que continúe la actual destrucción de ecosistemas costeros.
- Hacer del sector forestal un pilar de desarrollo económico en el mundo rural que contribuya a invertir la actual tendencia demográfica y prepare las masas forestales para los efectos del cambio climático, entre ellos los grandes incendios.
- Abordar un pacto social por el agua que garantice su sostenibilidad y buen estado respetando los caudales ambientales y el resto de exigencias de la Directiva Marco.
- Aprobar una ley de plásticos lo suficientemente ambiciosa que reduzca la producción y comercialización de envases y productos desechables.
- Reformar la Ley de Secretos Oficiales para adecuarla a las normas internacionales de transparencia y acceso a la información que permita, entre otras cosas, un control efectivo al Gobierno en materia de exportación de armas.