
La activista ambiental llega a Francia entre insultos y comentarios despectivos por parte de diputados.
(Actualización a 23/7/2019 – 16:45 horas)
«Algunos diputados han decidido no estar hoy aquí», afirmó Greta Thunberg en su exposición en la Asamblea Nacional de Francia. «Algunos han decidido no escucharnos». «No pasa nada. Porque ustedes no están obligados a escucharnos, puede que no seamos más que niños y niñas», siguió la activista sueca de 16 años. «Pero sí tienen todos ustedes el deber de escuchar a los científicos». «Y eso es todo lo que les pedimos: que se unan tras la ciencia» . «Si no hacemos nada, en 2030 no podremos frenar el cambio climático», advirtió. Frente a ella, alrededor de 200 diputados que si acudieron a escucharla, después de varios días de agrias polémicas en medios y redes sociales. Thunberg se apoyó en las conclusiones del propio panel de expertos científicos promovido por la ONU e ironizó respecto de la falta de compromiso de los políticos. «Quizá no son lo suficientemente maduros y por eso nos dejan a nosotros esta tarea». «Parece que nos hemos convertido en los malos que tienen que contarle a los demás cosas que no gusta escuchar, porque no son fáciles o porque nadie se atreve a hacerlo», defendió respecto al movimiento Fridays for Future.
Greta Thunberg, la joven activista contra la crisis climática, había sido invitada a hablar este martes 23 de julio, ante la Asamblea Nacional Francesa. El convite fue realizado por el colectivo «Accélérons», una iniciativa transversal que agrupa miembros de diferentes fuerzas políticas. Después de ser recibida por el Presidente de la Asamblea, Greta Thunberg tendrá una reunión abierta a todos los parlamentarios. Pero algunos diputados, mayoritariamente de partidos de derecha, llevan días protestando airadamente contra su visita y pidiendo un boicot contra la joven sueca.
Beligerancia y desprecio en las declaraciones de diputados franceses
Las declaraciones contra Greta Thunberg no tienen desperdicio. En Twitter, el político Julien Aubert, candidato a la presidencia de los republicanos, escribió: «Respeto la libertad de pensamiento…, pero no cuenten conmigo para aplaudir a una profeta en pantalones cortos”. Al hilo, calificó a la joven sueca de «Premio Nobel del Miedo», concluyendo con un «El planeta, sí. Empresas ecológicas, no.»
Guillaume Larrivé, otro miembro de los republicanos aspirante como Aubert al liderazgo de los conservadores, hizo un llamamiento a sus colegas, vía Twitter, para «boicotear a Greta Thunberg en la Asamblea Nacional». Añadió que «para combatir el calentamiento global de manera inteligente, no necesitamos gurús apocalípticos, sino progreso científico y coraje político». Anteriormente, según recoge el diario Le Monde, su colega Valérie Boyer se había referido a Greta Thunberg como una «joven activista completamente fanatizada».

Más muestras de los comentarios despectivos contra Greta
«Justib Bieber de la ecología» o «gurú apocalíptica» fueron otros calificativos dedicados a Greta. «No a la infantilización oscurantista, a la moral y al terror a través del miedo. (…) la Asamblea está siendo ridiculizada», dijo el diputado Jean-Louis Thieriot. En el momento de la intervención de la adolescente, «muchos de nosotros elegiremos hacer nuestro trabajo seriamente en lugar de participar en un espectáculo», afirmó la diputada Constance Le Grip.
«Si digo que no quiero inclinarme ante Greta Thunberg, esa niña de 16 años invitada a la Asamblea ante la representación nacional, me manifiesto (¿otra vez?) en contra de lo políticamente correcto?», preguntó el diputado Sébastien Chenu. La diputada Bénédicte Peyrol, también se opuso a la invitación de Greta Thunberg a la Asamblea Nacional. «¿Podríamos honrar a los científicos, gente que ha estado haciendo algo por el planeta durante años? Usar el maniqueísmo del bien contra el mal es demasiado simple para actuar en un mundo complejo».
Muestras de apoyo y rechazo a las críticas por parte de otros diputados
El secretario de Estado Gabriel Attal, una semana antes de la intervención prevista de Greta Thunberg, había declarado sentirse «alucinado» por todos estos comentarios despectivos sobre la llegada de la joven sueca. Attal declaró que algunas personas creen que la juventud es un factor que las descalifica para poder expresar su ideas. «Con treinta años más, nadie descalificaría su intervención», comentó para Libèration.
«Qué mala imagen dan estos diputados del debate democrático y del respeto por el compromiso cívico de los jóvenes», reaccionó la eurodiputada y ex ministra Nathalie Loiseau. Añadió que «si no actuamos con decisión por el planeta, tendremos que rendir cuentas a la próxima generación. ¿Lo saben ellos?».
“Es el enojo lo que debería empujarnos hoy a todos. No es un boicot lo que se necesita, sino más bien aclamarla y decir que no estamos haciendo lo suficiente», reaccionó el socialista Olivier Faure, en Cnews. Considerando que «esta joven chica tuvo un papel extraordinario en la conciencia global en Europa, incluso en el mundo». La diputada Delphine Batho, en declaraciones a Franceinfo, dijo que la posición de sus colegas de derecha representaba «una aclaración útil» en la medida en que se quitan las máscaras respecto a su posición con el futuro del planeta. «Un festival de indignación y mediocridad», definía Moana Genevey el espectáculo político en un artículo en Mediapart.
Today we’re speaking at the National Assembly in Paris. #FridaysForFuture pic.twitter.com/St62PqAD7H
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) 23 de julio de 2019