La producción de petróleo y gas se ha duplicado en algunas partes de los Estados Unidos en los últimos dos años, y los científicos pueden usar satélites para ver los impactos de esa tendencia: un aumento significativo en la liberación de dióxido de nitrógeno contaminante del aire que irrita los pulmones, por ejemplo, y una duplicación de la cantidad de gas en la atmósfera.
«Vemos el creciente impacto de la industria desde el espacio», explica la científica de CIRES Barbara Dix, autora principal de la evaluación publicada en la revista Geophysical Research Letters. «Realmente estamos en el punto en que podemos utilizar los datos satelitales para dar retroalimentación a las empresas y los reguladores, y ver si tienen éxito en la regulación de las emisiones», ha apuntado en un comunicado difundido por la Universidad de Colorado.
Dix y un equipo de investigadores estadounidenses y holandeses se propusieron ver si un conjunto de instrumentos basados en satélites podría ayudar a los científicos a comprender más sobre la contaminación por óxidos de nitrógeno (incluido el dióxido de nitrógeno) proveniente de los campos de petróleo y gas de EEUU. Los motores de combustión producen óxidos de nitrógeno, que es un irritante respiratorio y puede conducir a la formación de otros tipos de contaminantes nocivos del aire, como el ozono a nivel del suelo. «Científicamente esto es especialmente importante: podemos hacer la atribución de la fuente por satélite», indican.