
ACTUALIZACIÓN: 25/7/2019 – 16:30 horas
«La legislación de la UE no es burocrática, no es abstracta y no se trata de lo que sucede en Bruselas. Se trata de resolver problemas reales y mejorar la vida de las personas donde sea que vivan. Por eso estamos hoy aquí». Con esta contundencia finalizaba este jueves 25 de julio el comunicado del comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella. El político laborista maltés cerraba así un discurso donde uno de los principales temas era referido a España y Bulgaria. En concreto, la denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE por problemas con la contaminación del aire en estos dos países.
La Comisión Europea ha decidido remitir a Bulgaria y España ante el Tribunal por la mala calidad del aire. Bulgaria no respeta los valores límite de dióxido de azufre (SO2). Y España no respeta los valores límite de dióxido de nitrógeno (NO2). El responsable ambiental comunitario ha recordado que la legislación europea al respecto ya cumplirá próximamente una década. Y hace un año, la UE ya inició un proceso contra varios países por su grave incumplimiento. En aquel caso, las promesas de España al respecto de estrategias de solución aplazaron la sanción. Ahora, un año después, «la evidencia de daños por la contaminación del aire sigue creciendo».

Un problema que puede resolverse con «voluntad política»
«No hay más espacio para las excusas. Necesitamos ver una acción decisiva», ha criticado el comisario. Karmenu Vella ha recordado que las áreas problemáticas son Madrid, Barcelona y Vallés-Baix Llobregat. «Estamos dando estos pasos porque la contaminación del aire sigue siendo el mayor problema de salud ambiental en la UE, responsable de unas 400 000 muertes prematuras cada año. También causa una variedad de problemas de salud, como asma, enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón«, ha repasado el político laborista maltés.
Además, ha recordado que el problema es también «una carga económica importante, con costos directos de más de 20 mil millones de euros cada año». «La Comisión está ayudando donde puede, facilitando el diálogo y financiando programas que abordan la contaminación del aire», ha comentado. Para finalizar, añade Vella que «estos problemas deben resolverse y pueden resolverse cuando existe la voluntad política».
La Comisión Europea ya había completado practicamente el proceso de sanción a España el año pasado. En aquel momento, las líneas de acción anunciadas por los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, aplazaron el último trámite. Un proceso que se reactiva ahora y en el que ha sido no poco protagonista el nuevo gobierno municipal madrileño. Fundamentalmente, por la incomprensible decisión de devolver los vehículos a Madrid central.
Zonas de bajas emisiones en las grandes ciudades
En la decisión de castigo de la EuroComisión influiría también la lentitud en la formación de gobierno después de las recientes elecciones generales. En el cajón de la última legislatura ha quedado el borrador de ley sobre Cambio Climático.
Este documento debería haber consensuado en el Parlamento español una estrategia también al respecto de la calidad del aire. La ministra Ribera había prometido medidas concretas para garantizar zonas de baja emisión en todas las ciudades de más de 50 mil habitantes. Barcelona ya prevé la próxima entrada en vigor en 2020 de medidas en este sentido. Pero la postura del alcalde de Madrid ha generado una repercusión internacional que probablemente precipitará el castigo de la UE. Aunque una decisión judicial haya frenado su intención, el daño ya estaba hecho.
Advertencia anterior
En 2018 la Comisión Europea ya llevó al Tribunal de Justicia de la UE a Alemania, Italia, Francia, Hungría, Rumanía y Reino Unido por la deficitaria calidad del aire de algunos de sus principales núcleos urbanos.
En aquella ocasión, la Comisión advirtió a España, Eslovaquia y República Checa también, aunque en este caso felicitó que se estuviesen introduciendo o planificando medidas para enfrentar el desafío. Esas medidas, opinaba la Comisión, «podrían abordar adecuadamente las brechas identificadas, si se implementan correctamente». Por este motivo, la Comisión advertía que seguiría «supervisando de cerca» la aplicación de estas medidas, así como su eficacia para corregir la situación lo antes posible.
Sanción inminente
En materia de medio ambiente, España ya ha sido castigada por Europa debido a la insuficiencia en la depuración de aguas residuales. Este sería el segundo proceso importante que se abriría contra las administraciones españolas en materia ambiental. El pago de la posible multa incumbiría fundamentalmente al Ayuntamiento de Madrid y a la Generalitat de Catalunya, en este caso por ser un problema de ámbito metropolitano que necesita de la coordinación de varios ayuntamientos.
Carta de aviso del comisario de Medio Ambiente
La misiva, firmada a día 9 de julio de 2019 por el actual comisario en funciones de Medio Ambiente, el maltés Karmenu Vella, fue enviada a la atención de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera Rodríguez:
«Me gustaría volver a llamar su atención sobre la grave situación relativa a la calidad del aire en España.
Según la evaluación de mis servicios, parece que los registros en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) siguen infringiendo los valores límite establecidos en la Directiva de calidad del aire ambiente.
Parece que las medidas anunciadas y adoptadas hasta el momento no son suficientes para abordar estos incumplimientos en las zonas de calidad del aire en cuestión y para alcanzar el cumplimiento total de los valores límite de calidad de la UE para el año 2020, tal como nos lo comunicó su gobierno después de la Reunión Ministerial de Calidad del Aire del 30 de enero de 2018.
Por lo tanto, sin perjuicio del procedimiento legal de la UE, todas las partes interesadas en todos los niveles relevantes de gobernanza deben movilizarse y contribuir al diseño y la implementación de medidas nacionales, regionales y locales de calidad del aire para garantizar el cumplimiento de la legislación de la UE y salvaguardar la salud de la población local.
Atentamente, Karmenu Vella.»