Un ejemplar de zifio o ballena de Cuvier (Ziphius cavirostris), hembra, de unos 5 metros de longitud.
El rescate fue realizado por el equipo de Clínica y Rescate de la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM), después de haber recibido aviso de Agentes Rurales y técnicos de la Generalitat de Cataluña de la presencia de un cetáceo de grandes dimensiones varado en la playa del Trabucador, en el delta del Ebro.
Los especialistas del CRAM comprobaron al llegar que se trataba de un ejemplar hembra de zifio o ballena de Cuvier (Ziphius cavirostris) de unos 5 metros de longitud. Según explican, el animal lleva varias horas varado, aunque pese a ello presentaba fuerza y buen tono muscular. Dada la condición y las características del ejemplar (especie, tamaño, estado) se priorizó la reintroducción del animal ante la sospecha de una posible desorientación.
Seis horas de trabajo para devolverla al mar
Después de unas 6 horas de maniobras, técnicos del CRAM y Agentes Rurales, lograron reintroducir al animal a mar abierto. Ya en aguas más profundas, se pudo observar una buena capacidad natatoria, y una flotabilidad y condición respiratoria adecuadas.
No se descarta, sin embargo, que el animal pueda volver a encallar en las próximas horas. Es por ello que se dio aviso a Salvamento Marítimo y el cuerpo de Bomberos para estar atentos a cualquier avistamiento.

Suceso inusual
Explican desde la CRAM que es muy raro un suceso de este tipo en esta costa, ya que el zifio es una especie de cetáceo de aguas profundas. Al respecto, señalan la coincidencia el mismo día de la información recibida por la ONG Xaloc, de la Comunidad Valenciana, de unas imágenes de unos pescadores en las que se veía un zifio nadando de forma errática frente a la costa del municipio de Vinarós, en Castellón.
Dado que estos avistamientos de ballena de Cuvier son poco frecuentes, y es raro que estos animales se encuentren cerca de la plataforma continental, es importante poder averiguar si se trata de un solo ejemplar solitario o de un grupo de animales, con el fin de aclarar las causas del atasco. Los datos científicos disponibles de esta especie de cetáceos son muy escasas, ya que pasan gran parte de su vida a grandes profundidades.
Al hilo del suceso, recuerdan que los cetáceos son especialmente sensibles a la contaminación acústica, como la que puede causar un terremoto submarino, maniobras militares o prospecciones sísmicas, entre otros. Por lo tanto, es muy importante que cualquier avistamiento de este tipo de fauna se notifique a través del 112 para aportar información que pueda resultar relevante.