
Pese al cierre de pozos, la inacción de las administraciones no evita la situación crítica.
La organización WWF ha empleado imágenes satelitales para analizar la evolución de la superficie cultivada durante las campañas agrícolas de 2014-2015, 2018-2019 y 2019-2020. La secuencia de las imágenes muestran claramente que la superficie de riego no ha disminuido.
La grave situación no ha podido ser revertida pese al esfuerzo realizado por el Ministerio de Transición Ecológica, incluso con episodios graves de amenazas a agentes fluviales y a personal de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). El informe de WWF muestra que el operativo, puesto en marcha en verano del año 2019, no ha supuesto un año después una disminución significativa de la superficie agrícola regable.
Pese a estar los pozos clausurados, las fincas siguen regando
En el verano de 2019 se habían iniciado los cierres de captaciones en Doñana tras la sentencia del TSJA (Tribunal Superior de Justicia de Andalucía), habiéndose clausurado al menos 116 pozos ilegales en la zona. Con todo, la superficie de cultivo bajo plástico se mantiene, tal y como recoge WWF en sus informes «Doñana bajo plástico».
La asociación ha analizado especialmente lo ocurrido en la cabecera del arroyo de La Rocina, zona emblemática del robo del agua en Doñana y, especialmente, en Lucena del Puerto, municipio donde se han llevado a cabo gran parte de las actuaciones.
Las imágenes proporcionadas por WWF muestran todavía fincas de regadíos que se riegan sin permiso y que no han sido eliminadas, a pesar de que se clausuraron las captaciones ilegales en las mismas o en zonas aledañas.
«Muy lejos de salir de la UVI»
Las conclusiones de WWF coinciden con las apreciaciones de otro informe reciente, elaborado por SEO/BirdLife y que conocíamos a principios del verano de 2020, alertando de que empeoran prácticamente todos los sectores de las aguas subterráneas de Doñana respecto al año anterior.
A la tendencia negativa de los dieciséis sectores de Doñana, se suman tres declarados en estado de alarma, otro que presenta su mínimo nivel histórico, otros tres en estado de alerta y ocho más en prealerta. «A pesar de ciertas medidas que avanzan con lentitud, como el cierre de pozos ilegales u otras como la compra de fincas, Doñana está muy lejos de salir de la UVI», sostienen.
La sobreexplotación de sus aguas para uso agrícola, especialmente para el cultivo de fresas y arándanos, está causando una amenaza real sobre los valores de este Patrimonio de la Humanidad, lamenta el colectivo.
Aves en peligro
la situación es tan extrema que la mitad de las especies de aves amenazadas que se refugian en Doñana, para las que se conoce la evolución de la población reproductora, presentan una tendencia negativa. Algunas se mantienen en grave riesgo de extinción, como la cerceta pardilla, y otras se pueden considerar localmente extintas, como el porrón pardo.
BirdLife International incluye a Doñana en la lista de las Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad (IBA) más amenazadas en todo el mundo, una ‘IBA in Danger’. Por todo ello, la organización destaca que es vital asumir, como parte de los objetivos del futuro programa de actuación para la recuperación del buen estado de la masa de agua (que se deberá incluir en el programa de medidas), los objetivos medioambientales de los espacios de la Red Natura 2000 de Doñana. De no cumplirse esos objetivos de conservación, no se estaría asegurando que no se ponga en riesgo la permanencia de los objetivos generales ambientales previstos en la Ley de aguas.
Acusan de inacción a la Junta de Andalucía
WWF considera que la razón de esta grave situación es «la absoluta inacción de la Junta de Andalucía a la hora de cumplir sus obligaciones y clausurar las explotaciones agrícolas ilegales», en el cumplimiento de sus funciones en materia de ordenación del territorio y aplicación del Plan Especial de la Corona Forestal, ha permitido que estos sigan aumentando y el acuífero continúe su declive.
De forma concreta, realizan las siguientes peticiones:
- Se demanda que la Junta de Andalucía, según se dictamina en el Plan Especial de la Corona Forestal, en coordinación con la Administración Hidráulica elimine la superficie regada sin permiso con carácter inmediato.
- Se reclama a la CHG que articule como medida, al estar el acuífero declarado en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo, un sistema de precintos cautelares de las fuentes de agua que abastecen a estas fincas. Se propone que esta medida se tome antes del inminente comienzo de la próxima campaña agrícola de forma que durante la próxima temporada no se puedan regar cultivos ilegales para que no provoquen más daños al acuífero ni continúe la competencia desleal que sufren los agricultores legales.
- Se subraya que la Junta de Andalucía debe asegurar que las parcelas fuera de suelos agrícolas regables no accedan a subvenciones públicas ni a ayudas ligadas a los regadíos o comercialización como OPFH (Organización de Productores de Frutas y Hortalizas), poniendo en conocimiento de la Administración y de la Comisión Europea dicha información.
Informe WWF: El cierre de pozos ilegales no ha disminuído la superficie de riego en Doñana