El estudio realizado entre los años 2017 y 2019 en las principales cuencas amazónicas de Brasil, Bolivia y Perú encontró que el cien por cien del medio centenar de delfines analizados sufrían de elevados niveles de contaminación por mercurio. Especialmente los que habitaban la cuenca del Orinoco, entre Colombia y Venezuela, donde la concentración de mineros trabajando ilegalmente es muy grande.
Lo delfines rosados del Amazonas, Inia geoffrensis, están considerados, por la Unión Internacional para la conservación de la Naruraleza, como amenazados. Este estudio, llevado a cabo con la colaboración de varios grupos, entre ellos WWF, revela una situación crítica para las poblaciones, con alarmantes niveles de mercurio. El mercurio se utiliza en la minería para separar el oro de otros minerales y es extremadamente tóxico y contaminante. En la Amazonía existe de hecho en forma natural y la actividad minera unida a la deforestación y a los incendios, facilita su entrada en la cadena alimentaria de delfines y peces.
Estos altos niveles de mercurio encontrados en los delfines rosas también suponen una amenaza para la salud de los casi 20 millones de habitantes de la región amazónica. La ingesta de pescado contaminado con mercurio, sustancia que permanece durante décadas en la cadena alimentaria, es un grave problema de salud tal y como advierten los expertos.