Sola y cautiva en un acuario: muere la delfín Honey

Delfín hembra Honey en acuario japonés
La delfín Honey / Foto: Dolphin Project

Activistas japoneses sacaron a la luz las primeras imágenes de Honey, un delfín hembra, apenas en septiembre de 2018. Pero este delfín llevaba más de una década encerrada en un acuario. Había sido capturada en 2005 en una de las famosas y crueles cacerías de delfines de Taiji, donde la mayoría de ejemplares son asesinados y algunos se reservan para su venta a acuarios de todo el mundo.

Según fuentes consultadas por el Dolphin Project, en noviembre de 2018 el acuario estaba endeudado y buscaba un comprador. Honey, junto con 46 pingüinos y cientos de peces y reptiles, permaneció encarcelada en el Acuario Inubosaki Marine Park en la ciudad de Choshi, en la prefectura de Chiba, justo al este de Tokio, mientras que el destino de la instalación quedaba en el limbo.

Infructuosos intentos de salvar a Honey

Los animales permanecieron sólos durante meses, con la presencia única de un empleado encargado de alimentarlos para mantenerlos con vida. Al año siguiente, en 2019, se supo que el acuario había sido vendido y, junto con él, Honey. La venta del parque fue confirmada por el Centro de Salud Kaisou.

El Dolphin Project estuvo reiteradamente tratanto de salvar a los animales, incluyendo a Honey, intentando comprarla al centro para «poder retirarla en paz y dignidad». Pero las conversaciones no tuvieron éxito y, finalmente, el 29 de marzo se conocía que Honey había muerto en su tanque de confinamiento.

Un drama que se repite en todo el mundo

Desde el Dolphin Project recuerdan y denuncian que no se trata de una situación excepcional. En todo el mundo se han encontrado delfines en situaciones similares a las de Honey. La asociación ha documentado casos en países como Estados Unidos, Corea del Sur, Haití, Indonesia, Guatemala, Nicaragua, Colombia o Brasil. De hecho, en algunos casos si fue posible rehabilitar y volver a liberar con éxito al mar a estos mamíferos.