Cazadores exigen autorizaciones para salir al monte en plena pandemia

Cazador con gorra naranja mira al bosque con su escopeta en ristre
Argumentan pérdidas económicas del sector cinegético y sobrepoblación de especies.

«Una fuente importante de ingresos de los pueblos de España es el arriendo de derechos de caza para este control poblacional por parte de terceros (los gestores cinegéticos, arrendatarios y/o cazadores). El que la actividad esté en suspenso está generando cuantiosas pérdidas económicas a estos ya abandonados pueblos y núcleos rurales». Es el argumento esgrimido por el grupo pro-caza Acción Natural Ibérica, que ha enviado una solicitud a diferentes administraciones para que, pese a la actual crisis sanitaria por coronavirus, se autorice a las escopetas a volver a los montes.

La misiva, firmada por Daniel Núñez, presidente de la entidad, y Emilio Sanz Pastor, vicepresidente y también fundador de la Asociación Española Caza en Abierto, subraya los daños patrimoniales a gestores cinegéticos, titulares cinegéticos y arrendatarios como una de las justificaciones para esta reclamación. Señalan que los gestores de estas áreas de caza «ya han pagado estos derechos de caza» y consideran que el actual confinamiento llevará al abandono o renuncia de muchos contratos cinegéticos. Al hilo, solicitan que en caso de que no se realicen autorizaciones se fijen indemnizaciones que incluyan también a los titulares cinegéticos y arrendatarios.

El documento incluye argumentos referidos al posible «descontrol de poblaciones de muchas especies animales silvestres, entre ellas muchas cinegéticas» y presuntos «daños irreversibles en siembras», posiciones largamente refutadas desde el sector ambientalista, y justifican que «el cazador es primero gestor del medio natural y custodio de los montes».

Petición para cazar enviada a gobierno central y autonómicos

Para lo que consideran una situación «excepcional» proponen que «un numero controlado de cazadores» sea autorizado, aún durante esta situación de estado de alarma por la crisis sanitaria, para llevar a cabo «urgentes controles poblacionales» que incluirían entre otros jabalí, conejo, venado, gamo, corzo, macho montés, rebeco, el sarrio, o lobo.

A tal efecto, proponen autorizaciones para la llamada «caza a rececho» («en la que un cazador sale solo de su casa, se desplaza al monte en donde tiene que realizar esa labor y retorna (solo) a su casa, sin necesidad alguna de tener contacto con otras personas») y «caza en aguardo» («en la que el cazador actúa de la misma manera antes referida, pero durante la noche, modalidad más adecuada para el control poblacional del jabalí y de predadores, ya que éstos tienen costumbres nocturnas»). Se trataría, piden, de autorizaciones «nominales» que estableciesen un número determinado de cazadores por acotado.