Desde hace varias semanas, grandes cantidades de crudo han afectado en una línea de hasta 2.000 kilómetros de costa.
Si no eran pocos los problemas ambientales de Brasil en tiempos recientes, uno más y no pequeño ha venido a afectar las costas del país. El suceso es ya considerado el mayor desastre ambiental en la historia de la costa brasileña. La dimensión de las manchas ha afectado a casi doscientas localidades de la costa nordeste del país. Y las consecuencias serán graves, no sólo en términos de impacto ambiental sino también desde el punto de vista del impacto económico relacionado con los modos de vida de poblaciones que dependen de los recursos marinos costeros. La contaminación ha llegado incluso a la que es la mayor área protegida marina del país, el Área de Proteção Ambiental Costa dos Corais (APACC). Del grave impacto sobre la fauna marina local dan ejemplo las imágenes difundidas con decenas de tortugas marinas muertas debido al petróleo.
¿Fuga accidental de petrolero clandestino?
Una de las primeras hipótesis insinuada desde el Ministerio de Medio Ambiente, por parte del propio y polémico ministro Ricardo Salles, fue la posible implicación de un petrolero clandestino de Venezuela, debido al embargo impuesto, con crudo venezolano que hubiese tenido una fuga. Miembros de la propia Universidad Federal de Río Grande del Norte especulaban en prensa con esta misma posibilidad. No obstante, no estaría claro, y la administración brasileña ha solicitado explicaciones a hasta treinta buques de carga de una decena de nacionalidades detectados en ese período navegando en esa área.
El oceanógrafo Carlos Teixeira, de la Universidad Federal de Ceará (UFC), ha esgrimido otra hipótesis, relacionando este petróleo con la aparición en la misma zona y mismo período de tiempo de fardos de caucho crudo empaquetado con el sello «Indochina francesa». En su opinión, esto daría la pista sobre un posible origen del crudo en un barco alemán hundido durante la Segunda Guerra Mundial en un área a unas 540 millas náuticas de la costa de Recife. Asegura que las simulaciones matemáticas realizadas hacen compatible esa hipótesis con los vertidos.
«El desastre todavía no ha sido debidamente evaluado, a pesar del esfuerzo de los científicos que están en alerta produciendo datos que a cada momento revelan la extensión de la tragedia», ha declarado Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF Brasil, quien ha denunciado también los obstáculos a la solución del desastre debido a la erosión causada por el gobierno Bolsonora al sistema de alerta ambiental del país. «Ante la inmovilidad del gobierno, la sociedad civil dá muestras de que el problema sólo será contenido y mitigado si hay colaboración de todos», advierte.
Removiendo el petróleo derramado en una playa de Brasil pic.twitter.com/TWswdF2f8G
— Caalf (@Caalf1) October 20, 2019