En medio siglo las colonias de pingüinos de la Antártida se redujeron en un 77%

Colonias de pingüinos barbijo en la Antártida
Fotos: Greenpeace

«Estas significativas disminuciones sugieren que el ecosistema del océano Austral ha cambiado especialmente en el último medio siglo y que este cambio está afectando a la cadena alimentaria de especies como los pingüinos barbijo. Si bien varios factores pueden estar jugando un determinado papel, todas las pruebas que tenemos apuntan al cambio climático como responsable de los cambios que estamos viendo». Lo explica la doctora Heather J. Lynch, investigadora principal de la expedición de Greenpeace a la Antártida y Catedrática de Ecología y Evolución de la Universidad de Stony Brook de Nueva York.

Estas disminuciones drásticas en las colonias de pingüinos han sido documentadas en el marco de la expedición “De Polo a Polo” que está llevando a cabo el colectivo. Los datos son significativos y apuntan a que las colonias de pingüinos se han visto reducidas, de media, casi un 60%, llegando algunas colonias hasta el 77% de reducción, desde el último conteo en 1971, con un recuento total de solo 52.786 parejas reproductoras de pingüinos barbijo, cayendo en picado desde las estimaciones de encuestas anteriores que apuntaban a unas 122.550 parejas.

Son datos que llegan además apenas unos días después de que se haya conocido que la Antártida batía su récord histórico de temperatura máxima, alcanzando los 18,3ºC, según las mediciones de la base argentina Esperanza. El récord anterior, de 17,5ºC, data de marzo del 2015. «Un mundo con menos pingüinos es un lugar peor. A medida que la fauna lucha por su supervivencia, tenemos que establecer urgentemente santuarios libres de actividad humana dañina, no solo en la Antártida, sino en todos los océanos para que puedan adaptarse a nuestro clima tan rápidamente cambiante. Para hacer eso, es imperativo que los gobiernos acuerden un Tratado Global de los Océanos este año», ha recordado Pilar Marcos, bióloga marina de Greenpeace.