Con probabilidad no pasará de acción simbólica y, de hecho, los países objetivo no incluyen a los grandes estados contaminadores del planeta, pero no deja de ser una iniciativa significativa.
Alexandria, Carl, Catarina, Chiara, Greta, Ellen-Anne, Iris, Raina, Raslen, Deborah, Ayakha, Ridhima, Carlos, Litokne, David y Ranton. Estos son los 16 chicos y chicas, de entre 8 y 17 años, pertenecientes a doce países distintos, que han firmado una histórica queja presentada esta semana al Comité de los Derechos del Niño. El objetivo es protestar por la falta de acción de los gobiernos frente a la crisis climática.
La petición, apoyada legalmente por un bufete de abogados, expone que el fracaso de los gobiernos frente a la emergencia climática es una violación de los derechos de la infancia. Y por este motivo urgen al Comité a ordenar a los países objeto de la queja a tomar medidas para proteger a los menores frente a los graves efectos del cambio climático. Desde luego, podrían ser muchos más, pero la queja se dirige en concreto a cinco países: Brasil, Turquía, Argentina, Alemania y Francia.
Los gobiernos tienen el deber de proteger a los jóvenes frente a la crisis climática
Esta novedosa acción se basa en un protocolo poco conocido, que autoriza a niños y niñas a presentar una queja ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU si creen que se han violado sus derechos. El Comité está obligado a investigar la denuncia y, en su caso, a efectuar las pertinentes recomendaciones a los países afectados. Y, aunque no son vinculantes, los 44 países que han ratificado este protocolo, están obligados a respetarlas.
Desde Unicef ven con simpatía esta acción de los jóvenes. “Apoyamos completamente a los niños que ejercen sus derechos y adoptan una actitud firme. El cambio climático afectará a cada uno de ellos. No es de extrañar que se estén uniendo para defenderse”, ha afirmado la directora ejecutiva adjunta, Charlotte Petri Gornitzka.