«No es ciencia ficción. Es la realidad del cambio climático», advierte el jefe de la Organización Meteorológica Mundial

«La última vez que la Tierra experimentó una concentración de dióxido de carbono comparable fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era entre 2 y 3 °C más cálida y el nivel del mar era de 10 a 20 metros más alto que en la actualidad».

Así lo subraya Petteri Taalas, actual Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y delegado de Finlandia en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Recuerda el experto que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera continúan en aumento. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera y en el océano durante siglos, y seguirá impulsando el incremento de la temperatura y la acidificación del océano en el futuro.

La temperatura media mundial ha aumentado aproximadamente 1°C con respecto a los niveles preindustriales, de acuerdo con la Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2018. Una reciente declaración oficial de la institución recuerda que «se está agotando el tiempo para cumplir los compromisos asumidos en virtud del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 °C y de proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 °C».

Los meses de julio y julio de 2019 son los más calurosos desde que hay registros

2015-2019 será el quinquenio más caluroso jamás registrado

«Julio supone un nuevo episodio de la historia climática, dado que se han establecido docenas de nuevos récords de temperatura a nivel local, nacional y mundial», señala Petteri Taalas.

«El calor excepcional ha ido de la mano de una alarmante fusión de los hielos en Groenlandia, el Ártico y los glaciares europeos. Por segundo mes consecutivo, incendios forestales sin precedentes han devastado el Ártico, calcinando bosques antaño vírgenes que ahora, en lugar de absorber dióxido de carbono, se han convertido en abrasadoras fuentes de emisión de gases de efecto invernadero», repasa el que hasta 2020 estará al frente de la OMM. «No es ciencia ficción. Es la realidad del cambio climático. Está pasando y se agravará en el futuro si no adoptamos medidas urgentes para combatirlo», afirmó Taalas.

Según las previsiones de la OMM, 2019 será uno de los cinco años más cálidos de los que se tiene constancia. El período 2015-2019 será el quinquenio más caluroso jamás registrado. «Se agota el tiempo para hacer frente a peligrosos aumentos de temperatura que tendrán numerosas repercusiones para nuestro planeta». La OMM presentará un informe sobre el estado del clima en el período 2015-2019 ante la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas que tendrá lugar este septiembre de 2019.

No son olas de calor convencionales, son fruto del cambio climático

«Olas de calor tan intensas y generalizadas llevan la firma del cambio climático antropógeno. Así lo indican los datos científicos que evidencian fenómenos relacionados con el calor más frecuentes, prolongados e intensos a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero provocan el aumento de las temperaturas mundiales», señala Johannes Cullmann, director del Departamento del Clima y del Agua de la OMM.

Se han llevado a cabo numerosos estudios científicos sobre la vinculación entre cambio climático y olas de calor. «El cambio climático antropógeno aumenta la intensidad de las olas de calor que actualmente se producen en Europa y hace que sean más probables». Lo sostiene un estudio publicado por científicos de la iniciativa World Weather Attribution.

«Las observaciones muestran un aumento muy marcado en las temperaturas vinculadas a esas olas de calor. Actualmente, se estima que esos fenómenos tienen lugar cada 30 años. Pero las temperaturas de las olas de calor que se hubieran producido con una frecuencia similar hace un siglo probablemente hubieran sido unos 4 °C inferiores. En otras palabras, una ola de calor con esa intensidad tiene lugar hoy diez veces más a menudo que hace un siglo», se explica en el estudio.