Cada año Namibia permite otra vez una cruel masacre de leones marinos

Participantes en matanza de lobos marinos en Namibia
Imagen: Ocean Sentry

La mayor matanza de este tipo en el mundo acaba con unos 100.000 ejemplares en pocos meses.

Para este año 2019 el gobierno de Namibia, mediante licencias de caza expedidas por el Ministerio de Pesca y Recursos Marinos, ha autorizado la caza de 80.000 crías de lobos marinos y de 6.000 machos. En años anteriores se han masacrado cifras similares, llegando hasta cerca de los cien mil ejemplares. Durante cinco meses, y la mayoría crías, son sacrificados cruelmente en las reservas naturales de un área popular también por la afluencia turística, en las zonas de Cape Cross y Atlas Bayde. La ONG OceanSentry viene denunciando esta matanza desde hace años.

¿Por qué esta masacre de crías de lobos marinos en Namibia?

Los motivos son fundamentalmente económicos, aunque se enmascaran con excusas diversas. La principal argumentación oficial es que los leones marinos agotan los recursos pesqueros del país. Una pobre justificación a la luz de los datos que exponen diferentes expertos. Y es que en realidad los problemas en los caladeros están provocados por la sobrepesca. De hecho, se ha denunciado la actividad ilegal de arrastreros internacionales que esquilman las áreas de pesca próximas.

Los motivos de peso de esta masacre de lobos marinos serían por tanto la piel y la grasa de los animales. La grasa del lobo marino del Cabo, al igual que la grasa de la foca arpa, se comercializa como un presunto «complemento alimenticio saludable». Los huesos se usan para joyas. Las pieles para hacer botas y otros artículos de lujo. Además, como tristemente sucede con otras especies, en el mercado asiático existe la ignorante y delirante creencia de que los genitales de los machos adultos son afrodisíacos, lo que abre otro mercado.

El llamado «carnicero de Namibia» es uno de los grandes beneficiados de la matanza de lobos marinos

Según relata OceanSentry, el millonario Hatem Yavuz, conocido como «el carnicero de Namibia», es quizás el más grande beneficiado de esta práctica. Este comerciante de pieles turco-australiano, tiene el derecho exclusivo de comprar en la piel de cada león marino muerto. Controla de hecho el 60% del mercado mundial de pieles.

Yavuz reside en Australia y su planta de procesamiento de pieles se encuentra en Turquía. Dado que Turquía no forma parte de la Unión Europea (donde ahora los países miembros tienen prohibido importar y exportar productos derivados de la foca), las pieles se envían de Namibia a Turquía. Allí se procesan y se venden a países como China y Rusia.

Prácticas de extrema crueldad en la exterminación de las crías de lobos marino

Estas matanzas se llevan a cabo en dos playas paradisíacas, según relata la asociación Harpseal. Primero, los hombres reúnen a las crías y a los machos, impidiéndoles escapar al mar. A continuación separan a las crías de las madres. Posteriormente, con los animales gimiendo presa del pánico proceden a golpearles en la cabeza. Como a menudo los golpes no son suficientes y los animales todavía viven, los apuñalan en el corazón.

Earthace cree que estos extraordinarios lugares naturales y la propia presencia de los lobos marinos serían un magnífico reclamo ecoturístico. Para forzar al gobierno de Namibia a que censure y prohíba estas prácticas, proponen el boicot a Namibia como destino vacacional.

Lobos marinos muertos en Namibia preparados para el mercado de piel y grasa
Imagen: Ocean Sentry