Líder indígena asesinado mientras Bolsonaro allana el camino de la minería en el Amazonas

Protesta indígena en el Amazonas
Foto: Protesta indígena en febrero de 2019 / COIAB
Emyra Wajãpi fue asesinado en la selva de Amapa el pasado 23 de julio al norte de Brasil. Y por desgracia, a esta hora, el presidente Bolsonaro y sus partidarios parecen ser los únicos que dudan de que se trata de una muerte violenta fruto de la presión a las tribus indígenas. La Asociación de Pueblos de Wajãpi y la Fundación Nacional Indígena (FUNAI) han emitido un comunicado explicando que fue apuñalado después de que al menos quince «invasores armados no indígenas» entraran a la zona.

La ONU condena el asesinato y pide medidas al gobierno de Brasil

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha condenado también el asesinato. Para la representante de Naciones Unidas no hay duda de que se trata de una muerte provocada por la invasión de tierras indígenas. «El asesinato de Emrya Wajãpi, líder del pueblo indígena Wajãpi, es trágico y reprensible por derecho propio», expresó Bachelet en un comunicado. «También es un síntoma inquietante del creciente problema de la invasión de tierra indígena, especialmente bosques, de mineros, madereros y agricultores en Brasil», añadió.

Bachelet solicitó formalmente al gobierno brasileño que actúe para frenar la invasión de los territorios indígenas y asegurar «el pacífico ejercicio de sus derechos en sus tierras». «Llamo al gobierno de Brasil a reconsiderar sus políticas hacia los pueblos indígenas y sus tierras, y para que el asesinato de Emrya Wajãpi’s no sea el inicio de una nueva ola de violencia que expulse estos pueblos de sus tierras ancestrales», reclamó la Alta Comisionada. Bachelet también recordó las implicaciones ambientales de la presión sobre estos territorios en el contexto de la actual crisis climática.

Mineros armados arrasando aldeas

Desde la plataforma Survival han alertado de que este asesinato coincide con la invasión en la zona por parte de mineros fuertemente armados en busca de oro. Después de matar a este líder, habrían amenazado y expulsado a los habitantes de la comunidad de Yvytotõ. Los indígenas, después de huír a una aldea vecina, pidieron ayuda por radio a la policía federal, que llegó dos días después, aunque no hay noticia de que la grave situación en la zona haya mejorado.

La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña ha expresado en un comunicado su indignación por las invasiones. La coordinadora, atribuye la situación a «los posicionamientos intransigentes, irresponsables, autoritarios, prejuiciosos, arrogantes e irrespetuosos del actual Gobierno». Y señalan especialmente al presidente Jair Bolsonaro, y «sus ataques a los derechos de los pueblos originarios de este país».

Survival no tiene duda de que estos asesinatos e incursiones de empresas y mineros son fruto de las decisiones y declaraciones del presidente de Brasil. «Los recientes comentarios del presidente Bolsonaro de abrir los territorios indígenas a la minería están envalentonando a buscadores de oro ilegales y a otros invasores. Prácticamente ha declarado la guerra a los pueblos indígenas de Brasil».