
Continúan comprando aceite de palma a productores relacionados con los incendios y la deforestación en los bosques indonesios.
«Las grandes marcas siguen queriendo mostrar una fachada verde y de sostenibilidad. Pero la realidad es que sus cadenas de suministro empiezan en un contexto de delincuencia y destrucción forestal. Las compañías responsables de los incendios y que se benefician financieramente de ellas deberían hacerse responsables de esta agresión ambiental y los devastadores impactos en la salud causados por los incendios», ha declarado Annisa Rahmawati, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace Indonesia.
Greenpeace International ha elaborado un informe que sigue el hilo desde el origen de los incendios en Indonesia, casi diez mil que han arrasado los bosques del país en 2019. Fuegos que arrasan grandes extensiones para desplegar plantaciones destinadas a producir aceite de palma. Y el resultado es la estrecha relación de las grandes empresas mundiales de bienes de consumo con los grandes productores de aceite de palma. Greenpeace señala a Unilever, Mondelez, Nestlé y Procter & Gamble (P&G), a las que acusa de comprar aceite de palma a concesiones que están siendo investigadas por provocar incendios ilegales.
Los proveedores de estas multinacionales son los grandes comerciantes de aceite de palma Wilmar, Cargill, Musim Mas y Golden-Agri Resources (GAR). Según las investigaciones del grupo ecologista, estas empresas tienen claros vínculos con los incendios de este año en Indonesia y juntos suministran más de las tres cuartas partes del aceite de palma mundial. El estudio de Greenpeace muestra una amplia superposición entre estas empresas y los grupos de productores de aceite de palma con las áreas quemadas más grandes en 2015-2018.
Se habían comprometido a detener la deforestación para 2020, no lo cumplirán
Los ecologistas recuerdan que las grandes marcas se habían comprometido a detener la deforestación para 2020. Pero la pérdida de bosques se ha acelerado y la deforestación impulsada por la demanda internacional de materias primas como el aceite de palma es el principal motivo. De hecho, Greenpeace ha decidido abandonar el proceso iniciado con Unilever, Mondelez y Wilmar para la monitorización del aceite de palma en Indonesia. Los incumplimientos y falta de ambición de las empresas son el motivo del fracaso de esa iniciativa.
Mientras, el año 2019 acaba con casi un millón de personas afectadas por infecciones respiratorias agudas debido al humo procedente de los incendios forestales. Se calcula además que casi 10 millones de niños corren el riesgo de daños físicos y cognitivos de por vida debido a la contaminación del aire.
Pulsa aquí para descargar el informe: «Burning down the house»