Este mamífero carnívoro de la familia Felidae, Leopardo de las Nieves (Panthera uncia), vive en remotas montañas de Asia Central. Sus poblaciones se extienden en grupos a lo largo de hasta una docena de países distintos, la mayor parte en China y Mongolia, y se calcula que no quedarán en libertad más de 4.000 ejemplares.
A menudo se mueve en altitudes de hasta 6.000 metros. Es un animal tan fascinante y majestuoso como huidizo y difícil de ver, de ahí también el apodo por el que es conocido, «fantasma de las montañas». No obstante, esto no ha evitado que sea codiciado por los furtivos y que se haya convertido en una víctima habitual de traficantes de especies. Esta continua agresión ha reducido considerablemente su población durante las últimas dos décadas. Esto ha llevado a que integre la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la IUCN.
El leopardo de las nieves es un animal fascinante y bello
El fantasma de las montañas tiene un pelo gris y suave excepcionalmente denso, y una cola también de longitud excepcional que enrolla alrededor del cuerpo para abrigarse. Los furtivos colocan trampas o cepos para cazarlos y comerciar con sus pieles o huesos muy codiciados en la medicina asiática. A menudo, estas trampas llegan amputarles sus patas y mueren incapaces de conseguir alimento. Se estima que desde 2008 entre 221-450 leopardos han sido víctimas de lo furtivos, un mínimo de 4 por semana.
La pérdida de hábitat es otro agravante para su ya diezmada población. El aumento de ganado y la construcción de nuevas infraestructuras está reduciendo su espacio vital. Por último, si sumamos el impacto del cambio climático sobre estos frágiles ecosistemas de alta montaña, la situación del leopardo de las nieves se ha vuelto crítica.
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En defensa de esta especie, cada 23 de octubre se celebra el Día Mundial del Leopardo de las Nieves (Panthera uncia).