
Una gravísima trama que colocó cocaína en el coche del ambientalista y por la que están imputados empresarios y un agente de la Guardia Civil.
Cuando un multimillonario belga del sector inmobiliario adquirió en 2013 varias fincas en el Parque Natural Sierra de Grazalema, nada hacía pensar hasta donde podía llegar su entorno para convertir la zona en coto casi exclusivo. El nuevo propietario mantuvo y reforzó los cierres ilegales de caminos públicos y vías pecuarias del anterior propietario. Más aún, el personal encargado de las fincas inició una beligerante defensa de esos cierres frente a las numerosas denuncias, movilizaciones sociales y acciones legales.
«Puro matonismo mafioso: amenazas a vecinos y senderistas que pretendían transitar por estos caminos públicos, agresiones directas, etc»
«Puro matonismo mafioso: amenazas a vecinos y senderistas que pretendían transitar por estos caminos públicos, agresiones directas contra los que intentaban cortar las alambradas colocadas ilegalmente…», denuncia Ecologistas en Acción. Pero la acción más grave se producía en agosto de 2017, hace ahora dos años. En esas fechas los máximos responsables de la gestión de las fincas de Marnix Galle presuntamente urdieron una delirante trama contra el activista de Ecologistas en Acción y vecino de Benamahoma Juan Clavero Salvador. Con objeto de presuntamente desacreditarlo, montaron una trampa con el intento de implicarlo en un delito de tráfico de drogas.
«Una burda trampa»
Ese 26 de agosto de 2017, Clavero fue detenido en la localidad de El Bosque al encontrar una dotación de la Guardia Civil una importante cantidad de cocaína en su furgoneta. La inmensa mayoría de entidades políticas y sociales de la Sierra de Cádiz y la opinión pública, no dieron crédito a esta acusación. Desde el primer momento, masivamente se denunció que se trataba de «una burda trampa» para anular su participación en la campaña por la apertura de caminos públicos en el Parque Natural (De hecho, Clavero había sido el primer director del Parque).
A los pocos días de la detención, el juez instructor de Ubrique decidió el sobreseimiento de las actuaciones contra Juan Clavero, al evidenciarse que había sido objeto de «actuaciones malintencionadas por parte de terceros» que colocaron droga en su vehículo. Desde un primero momento las sospechas se dirigieron a algunos responsables de la Sociedad Breña del Agua Investments S.L.
A la espera de diligencias complementarias
Tras la exhaustiva investigación realizada por la Guardia Civil, el juzgado de Ubrique imputó a cuatro personas como presuntos autores de la trama: José Miguel Herrera, administrador de la Sociedad Breña del Agua Investments S.L., Óscar González y Juan Luis Pérez Ramírez, capataces de las fincas de dicha sociedad, y Manuel Alcaide, la persona que presuntamente colocó la droga en su furgoneta.
El propio cabo de la Guardia Civil que detuvo a Clavero declaró reconociendo que el atestado que firmó contenía numerosas falsedades. También que el supuesto control rutinario no era tal. E incluso reconoció que ocultó su reunión con José M. Herrera, en la que se preparó la detención de Juan Clavero, y que quedó grabada en la cámara de seguridad de un restaurante.
Actualmente, se está a la espera de que el juez resuelva la petición de diligencias complementarias que han presentado los abogados de Clavero y de Ecologistas en Acción, que también está personada en la causa.
Más información en esta nota de Ecologistas en Acción: Hace dos años de la detención de Juan Clavero, víctima de una trampa