La energía solar: clave para la recuperación económica y frente a la crisis climática

Imagen de Andreas Senftleben en Pixabay

En el Día Mundial del Sol, llamadas a aprovechar el sector fotovoltaico para impulsar una recuperación verde.

En 2019, España fue el mercado líder en el sector fotovoltaico a nivel europeo y el sexto a nivel mundial, con un récord de capacidad instalada tanto en el segmento de plantas en suelo, con 4.200 MW de nueva capacidad, como en el de autoconsumo, con 459 MW. Son datos destacados por la Unión Fotovoltaica Española (UNEF), coincidiendo con el solsticio de verano y la efeméride bautizada como Día Mundial del Sol.

Subrayan desde UNEF también los 8.913 MW de potencia fotovoltaica acumulada total que permitieron registrar un récord de generación en mayo de 2020, cuando la energía solar fotovoltaica participó en un 9,3% en el mix energético, respecto al 4,6% del mismo periodo en 2019. También otro récord: el 18 de mayo se produjo un registro histórico de 7.030 MW de potencia instantánea con energía solar fotovoltaica.

El gran potencial de la industria fotovoltaica

Para UNEF, que representa a la mayor parte del sector de la industria fotovoltaica española, estas cifras son ejemplo de que España cuenta con un tejido industrial fotovoltaico «sólido, de calidad y competitivo». «Un caldo de cultivo que incluye empresas líderes a nivel internacional en la fabricación de componentes fotovoltaicos, como los inversores y, en el segmento de los seguidores solares, de las diez mayores compañías del mundo cuatro son españolas». detallan.

Recuerdan que en apenas una década este sector ha reducido costes en un 95%, alcanzando un alto grado de competitividad. En el repaso incluyen que, convertida en fuente de generación de energía convencional está aportando al PIB estatal más de 5.000 millones de euros, con un impacto económico de las exportaciones de 1.522 millones de euros y la generación de 60.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos.

Cifras todas ellas que, subrayan, convierten a estas tecnologías «en uno de los motores de la recuperación económica en la fase post-COVID19».

Más protagonismo de la energía solar y del autoconsumo

«No tiene sentido que España no le dé más protagonismo a uno de los mayores recursos que tiene, el sol, y a su mejor palanca de cambio, la ciudadanía. No solamente para contribuir a la recuperación económica sino también para acelerar la necesaria transición energética que permita lograr un sistema 100% renovable cuanto antes, contribuyendo así al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima presentado por el Gobierno», ha señalado María Prado, responsable de la campaña de Energías Renovables de Greenpeace España.

Tambin coincidiendo con el Día Mundial del Sol, el grupo ecologista destaca que España está en unas condiciones óptimas «para aprovechar al máximo la energía del sol con todas las tecnologías hoy disponibles, fotovoltaica y térmica, tanto en baja como en alta temperatura (en esta última España es el país con mayor potencia instalada), así como en sus aplicaciones pasivas para la climatización de edificios».

Greenpeace destaca que, en particular, la tecnología fotovoltaica -por su versatilidad modular, escalabilidad, precio asequible y durabilidad- «supone una oportunidad de oro para que la ciudadanía pueda participar en la recuperación económica y transición enerǵetica». En 2019, España fue el mayor mercado fotovoltaico en Europa y el sexto en todo el mundo, recuperando así el liderazgo perdido en 2008 cuando numerosas políticas energéticas frenaron en seco el desarrollo renovable en el país.

«Necesitamos más impulso público y regulatorio para acelerar este proceso»

«España es uno de los países de Europa con mayor número de horas de sol y también con una de las facturas eléctricas más caras. La tecnología solar es tan asequible y sencilla que, en los próximos años, no nos extrañará hablar de cuántos paneles solares tenemos cada uno en nuestro tejado o comunidad o cuanta energía nos hemos ahorrado en nuestra factura. Es la misma revolución que vivimos con el teléfono móvil en los 90. Sólo necesitamos más impulso público y regulatorio para acelerar este proceso. Es nuestra oportunidad de oro para luchar como ciudadanía contra el cambio climático y convertirnos en dueños y usuarios de nuestra energía», ha resumido la portavoz de Greenpeace para el sector.