Día Mundial de las Ciudades: hacia un futuro más sostenible

La acuciante necesidad: menos coches y menos cemento, y más espacios más verdes y habitables.

Foto de Nancy Bourque en Pexels

La coyuntura inédita que en 2020 ha creado la pandemia de coronavirus que ha asolado el planeta ha servido para llevar a primer plano algunos debates importantes también en el ámbito del urbanismo. Es inevitable que, en el Día Mundial de las Ciudades, que se celebra anualmente cada 31 de octubre, se reflexione en voz alta sobre el futuro de los entornos urbanos bajo nuevos condicionantes. Naciones Unidas, que promueve la celebración de esta efeméride, tiene el objetivo de afrontar los desafíos que plantea el urbanismo y contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.

Promover ciudades sostenibles, objetivo de la ONU

El papel de las comunidades locales en la cohesión y conservación de las ciudades es uno de los temas que se destaca en 2020. «Cuando las comunidades urbanas participan en la formulación de políticas y en la toma de decisiones, y cuando se las dota de recursos financieros, los resultados son más inclusivos y duraderos. Hagamos que nuestras comunidades sean el corazón de las ciudades del futuro.», ha subrayado António Guterres, Secretario General de la ONU.

Naciones Unidas se remite además a las conclusiones del último Informe de Ciudades del Mundo de ONU-Habitat, que refuerza los beneficios de las ciudades que involucran a todas las partes interesadas, incluidas las comunidades locales para promover ciudades sostenibles. El Secretario General ha identificado a las ciudades y comunidades en la primera línea de la respuesta al COVID-19. «Colectivamente, podemos fomentar verdaderamente ciudades sostenibles para todas las personas», señala.

Biodiversidad urbana

En opinión de Beatriz Sánchez, coordinadora del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife, «la conservación de la biodiversidad no se está teniendo suficientemente en cuenta en los procesos de fomento de la sostenibilidad en las ciudades, cuando es un elemento fundamental para el buen funcionamiento de los ecosistemas, incluido los urbanos».

SEO/BirdLife destaca en este sentido su Programa de Biodiversidad Urbana, que trabaja para conservar la biodiversidad también en los núcleos urbanos, con experiencias exitosas como las impulsadas con administraciones locales como Santander, Astillero, Segovia, Vitoria, Madrid, Valencia o el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

El cierre de centros educativos y ambientales y el confinamiento posterior a causa de la COVID-19, afectó al desarrollo del proyecto en su etapa final. No obstante SEO/BirdLife destaca los interesantes datos y conclusiones extraídos del informe.

Turismo e impacto social y ambiental

«El impacto de la COVID–19, además de exacerbar los trastornos sociales, políticos y financieros, está remodelando la vida urbana en todo el mundo de una manera sin precedentes», recuerdan desde Ecologistas en Acción. Dese este colectivo quieren llamar especialmente la atención sobre el impacto del turismo en las ciudades.

Poniendo el ejemplo de España, señalan como el turismo en las poblaciones grandes ejerce presiones sobre el territorio, sobre sus recursos naturales y culturales, pero también presiones sociales. Estas últimas se están visibilizando con más intensidad a raíz de fenómenos como la masificación de centros históricos y la expulsión de habitantes debido a la especulación inmobiliaria.

«La ciudad ha dejado de ser el espacio social donde se desarrolla la vida para transformarse en el espacio productivo en el que la ciudadanía tiene que acoplarse al lugar que les deja el mercado», lamentan. «El urbanismo debería intervenir para mejorar los procesos sociales, pero se pone al servicio del capital, con la complicidad de la administración pública».

Necesidad de políticas públicas correctoras

«Urge un cambio de políticas públicas que resuelva estos conflictos porque la apuesta por el mercado es un precipicio ambiental y social», señalan desde Ecologistas en Acción, llamando a organizar una oferta turística asumible social y ambientalmente, fiscalizar adecuadamente las actividades en proporción al gasto que ocasionan o replantear si el daño que ocasionan merece el mantenimiento de la actividad.

Al hilo de este problema, el colectivo ha publicado el informe ‘Turismo en las ciudades’, que expone a modo de ejemplo como la ciudad compacta y compleja mediterránea, la más social y eficiente, «se ha transformado a imitación del modelo norteamericano disperso y extenso consumidor de energía y depredador de territorio y un espacio natural inconexo».

«El proceso comienza en los barrios más céntricos y a veces degradados que por sus características peculiares, valor histórico, cultural o arquitectónico empiezan a ser objeto de interés de visitantes y especuladores».

 

Niña paseando por parque con mascarilla
Informe Las ciudades en un mundo post-COVID / Foto: Pedro Maestre – Greenpeace

Una ciudad mejor es «posible y necesaria»

«La pandemia nos ha abierto los ojos. Una ciudad mejor no solo es posible, sino que es necesaria para disfrutar de una vida más segura y resiliente. Los alcaldes y alcaldesas deberían escuchar a la ciudadanía y a los movimientos urbanos y tomar medidas que transformen las ciudades en lugares mejores y más sostenibles. Esta revolución urbana no debería cambiar solo las ciudades, sino también los países, hacia una lucha contra la emergencia climática. El futuro de nuestro planeta y nuestras economías depende de cómo gestionemos el desarrollo urbano». Es la reflexión de Alba García, responsable de la campaña de Ciudades de Greenpeace.

Greenpeace ha aprovechado el Día Mundial de las Ciudades 2020 para echarse a la calle a transformar espacios ocupados por coches y cemento en áreas más verdes, sostenibles y habitables. Así, activistas de la organización ecologista han “hackeado” carteles y señales para exigir más carriles bici, mejor transporte público, acceso a energía limpia y a alimentos ecológicos y de cercanía, o más espacios verdes, entre otras demandas. Estas actividades se han replicado en varios lugares del planeta como parte de una campaña internacional de Greenpeace que, bajo el lema “#REinventa_TuCiudad”, propone un nuevo modelo de ciudad que lidere la lucha contra la emergencia climática.