La actividad humana emite más CO2 que todos los volcanes

Tres chimeneas emitiendo a la atmósfera humo
Imagen de Pixource en Pixabay

Los escépticos del calentamiento global afirman que los volcanes son los posibles responsables de las grandes cantidades de emisiones de CO2 en la atmósfera. Para refutar a las teorías negacionistas del cambio climático los investigadores afirman que, después de observar los resultados del estudio, se puede afirmar que si bien los volcanes contribuyen a las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera; su responsabilidad en el calentamiento global es mucho menor que la de los seres humanos.

Lo avala un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de 500 científicos colaboradores del Deep Carbon Observatory. El informe expone que la actividad humana es responsable de emitir hasta 100 veces más dióxido de carbono (CO2) que todos los volcanes del planeta.

El estudio detalla la forma en la que se almacena, emite y reabsorbe el CO2 en procesos naturales o artificiales. Por encima de la superficie de la Tierra (atmósfera, tierra y océanos) tan sólo se encuentra el 0,2% del carbono terrestre (43.000 gigatoneladas). El resto, más de 1.850 millones de gigatoneladas, se encuentra almacenado en el interior del planeta (en la corteza, manto y núcleo terrestre).

El ser humano ha conseguido igual el impacto de eventos catastróficos similares a los de extinciones masivas

El planeta ha experimentado concentraciones más altas de CO2 que las actuales y, excluyendo los eventos catastróficos, ha vuelto a niveles de equilibrio. Pero alcanzar ese nuevo equilibrio le ha llevado miles de años. Un plazo de espera que no es asumible para la humanidad actual.
Los expertos consideran que las emisiones de CO2 producidas por el ser humano son de la misma magnitud que los eventos catastróficos causantes de los anteriores choques del ciclo de carbono que condujeron a extinciones masivas de vida terrestre. Si se comparan, el CO2 liberado anualmente por los volcanes es unas 100 veces menor (entre 0,3 y 0,4 gigatoneladas) que las emisiones humanas. Por ejemplo, se calcula que la actividad humana en 2018 generó 37 gigatoneladas de CO2.

Los cientificos midieron la presencia de isótopos de carbono concretos en muestras de roca. Descubrieron que desde hace aproximadamente 500 millones de años nuestro planeta es capaz de regular sus propios niveles de dióxido de carbono. Sólo perturbaciones catastróficas en el ciclo del carbono impidieron esto. Fue el caso de las gigantescas erupciones volcánicas o el impacto del meteoro causante de la muerte de tres cuartas partes de la vida en la Tierra. Hablamos de hace 66 millones de años, del evento que se llevó también a los dinosaurios y causó la emisión de 425 a 1.400 gigatoneladas de CO2.