Los argumentos de la empresa responsable del mayor volumen de contaminación por plástico con envases de un solo uso.
Del hecho de que las grandes multinacionales no son hermanitas de la caridad tenemos ejemplos abundantes. El Foro Económico de Davos suele ser escenario para que muchas de ellas pongan sobre la mesa apuntes estratégicos relevantes y, a menudo, también para intentar maquillar su imagen menos atractiva frente a la opinión pública.
Entre líneas, el último Foro dejaba una nota no poco relevante a cuenta de la mega multinacional Coca-Cola. Recordemos, para contextualizarla, que un estudio realizado por Break Free from Plastic determinó en su momento que esta empresa es la mayor fuente de contaminación por plástico a nivel mundial. Pues bien, en declaraciones recogidas por la BBC, su responsable de sostenibilidad, Bea Pérez, indicó que la empresa no dejará de producir plástico de un solo uso porque los clientes «lo quieren».
En resumen: la empresa no va a dar el paso a menos que exista un clamor social al respecto. Como en tantas otras ocasiones, tenemos que subrayar lo evidente: los consumidores tienen en su mano el poder de obligar a las empresas a cambiar. Porque las empresas, por voluntad propia, no van a tomar decisiones por el bien común. Todas las decisiones dependerán siempre de la maximización de su beneficio.
No es una buena noticia que el mayor compromiso que la empresa esté dispuesta a adoptar ahora mismo sea usar cuando menos un 50% de material reciclado en sus envases… para 2030. Saliendo 200.000 botellas por minuto de sus factorías, el desafío no puede ser tan blando. Pero a menos que la ciudadanía, sus consumidores, tomen conciencia, no habrá un cambio.