Reclaman al TSJ de Asturias que suspenda la autorización de la caza de cormoranes

Cormorán volando bajo cielo azul con las alas desplegadas
Foto: Kev – Pixabay

SEO/BirdLife critica que el gobierno asturiano ha autorizado la matanza de la especie basándose en falsos supuestos.

La organización conservacionista SEO/BirdLife ha presentado una demanda al Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias con motivo de la matanza de cormoranes grandes en la región. El motivo de esta matanza autorizada por el gobierno de Asturias el pasado noviembre, por la que se consiente a dar muerte a al menos 240 ejemplares este año, es el control poblacional de esta especie por considerarla erróneamente la causante del declive de las poblaciones de salmónidos en los ríos de la región.

Estos controles de las poblaciones de cormorán grande se llevan practicando desde hace más de 13 años y se han eliminado oficialmente más de 3.000 individuos. A estos habría que sumar los ejemplares que no se recogen ni se contabilizan y los que acaban malheridos, por lo que la cifra de mortalidad podría ser ampliamente superior.

Es una medida que está en contra de la normativa europea y estatal, ya que el cormorán grande no es una especie cinegética y su caza no está autorizada. La Directiva de Aves 2009/147 y la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad sólo contemplan excepciones para permitir controles letales, únicamente si no existe otra solución satisfactoria y solo si se demuestra que esta especie está causando “perjuicios graves”, lo cual no es el caso.

Falsos argumentos para justificar la matanza de cormoranes

La drástica disminución que están sufriendo las poblaciones de trucha y salmón en los ríos del norte de la Península ha sido el motivo para que algunos colectivos de pescadores solicitaran a las autoridades asturianas el control letal de los cormoranes. Sin embargo, para analizar los motivos de este grave declive poblacional no se está teniendo en cuenta la pésima calidad de los hábitats o el grado de contaminación y alteración de los ríos donde viven las últimas poblaciones de salmones ibéricos, así como tampoco la presión de las capturas de peces.

Es preciso, como viene indicando SEO/BirdLife y otras organizaciones conservacionistas asturianas desde hace ya muchos años, afrontar los verdaderos problemas causantes de este declive (contaminación, furtivismo, encauzamientos y dragados de ríos, destrucción del bosque de ribera y de los frezaderos, presencia de presas, embalses y otros obstáculos que impiden el libre movimiento de los peces a lo largo de los ríos y el acceso a las zonas de freza en las cabeceras, repoblaciones que erosionan genéticamente las poblaciones, introducción de especies alóctonas, sobrepesca, etc.), y que, tanto asociaciones de pescadores como federaciones deportivas, voluntarios, ONG y las administraciones públicas autonómicas y estatales trabajen conjuntamente para restaurar los ríos garantizando la mejora de la calidad de las aguas y los hábitats fluviales, y estableciendo mecanismos que garanticen la supervivencia de las poblaciones de salmónidos, y muy especialmente del salmón, cuyas poblaciones peninsulares se encuentran gravemente amenazadas.