Último desafío de las exitosas acciones en Portugal contra prospecciones de combustibles fósiles

Foto: «Camping Gas»
«Que los combustibles fósiles se queden en el suelo». Es la reclamación de las movilizaciones de «Camp in Gas». Argumentan que no tiene mucho sentido iniciar las prospecciones autorizadas en 2015 por el gobierno portugués cuando la estrategia hoy en día debe ser exactamente la contraria.

Las localidades de Aljubarrota y Bajouca, en el distrito de Leiria, acogen a organizaciones locales y estatales portuguesas desde el pasado viernes. Ambientalistas españoles se han desplazado también a la zona para apoyar a sus compañeros portugueses. La campaña, bautizada «Linha Vermelha» (Línea Roja), quiere despertar conciencias y sensibilizar sobre lo absurdo de este proyecto.

Exitosas movilizaciones

«La ciencia nos dice que el clima no puede soportar ninguna nueva infraestructura más de combustibles fósiles. Las infraestructuras existentes son más que suficientes para sobrepasar el punto sin retorno de la crisis climática», sostiene el manifiesto de la campaña. «Sólo hay una conclusión posible: invertir en gas fósil es invertir en el caos climático».

En un momento de creciente sensibilización social respecto de la emergencia climática, las movilizaciones han tenido gran impacto en Portugal. Los activistas han sido ya capaces de presionar para la cancelación de trece de los quince contratos de prospección de petróleo y gas que administraciones portuguesas habían autorizado en 2015. El proyecto petrolífero en Aljezur fue especialmente celebrado por los ambientalistas portugueses. Sólo quedaría entonces aumentar la presión para frenar los dos contratos de gas en Aljubarrota y Bajouca. «¿No oléis ya la victoria?», nos cuentan desde la campaña.