Práctica extendida en China y Vietnam para atender el mercado de la medicina tradicional china.
Hay que comenzar subrayando que una encuesta realizada hace casi una década y promovida por el grupo conservacionista Animals Asia, encontró que una abrumadora mayoría de la población china se muestra contraria a las crueles práctica que a continuación explicaremos, para extraer la bilis de los osos. Un 87% se opone. E incluso miles de farmacias se han unido a una iniciativa para negarse a vender estos productos. Y no obstante, el inmenso mercado de la medicina tradicional china sigue fomentando este abuso sobre los plantígrados.
Animals Asia ha calculado que más de 20.000 osos podrían estar en cautiverio en granjas asiáticas para extraer bilis de sus vesículas de forma periódica. Muchos de ellos son mantenidos en pequeñas jaulas durante años, a veces incluso décadas, tan reducidas que incluso en ocasiones no pueden darse la vuelta o ponerse a cuatro patas. Pueden llegar a permanecer allí desde cachorros, creciendo hasta ser demasiado grandes para ser liberados a través de la puerta de la jaula cuando son rescatados, de forma que es necesario romper los barrotes.
El injustificable mercado de la bilis de oso
La bilis de oso se ha usado en Asia desde tiempo ancestral. Estudiando posibles motivaciones, los científicos encontraron que contiene altos niveles de ácido ursodesoxicólico (UDCA). Este tipo de sustancia se ha relacionado con el tratamiento de afecciones de hígado y vesícula biliar. Pero en cualquier caso, a día de hoy, no es nada que no cuente con múltiples alternativas procedentes de fuentes herbales o sintéticas disponibles en todo el mundo. Nada justifica por tanto la tortura de miles de osos para obtener tal sustancia.
Pero desde los años 80, la demanda se ha multiplicado a la vez que las granjas dedicadas a la tortura de estos animales para obtener esta sustancia. China, Japón, Corea, Vietnam, Malasia y Taiwán son ejemplo de países donde pueden encontrarse productos elaborados con bilis de oso. Pero no sólo en el ámbito asiático: tiendas y parafarmacias de Australia, Canadá o Estados Unidos proveen también de estas sustancias, alimentando este cruel negocio.
Enorme sufrimiento de los osos sometidos a la extracción de bilis
La extracción de la bilis de los osos vivos causa un sufrimiento inimaginable y problemas de salud a largo plazo para estos animales dañados física y evidentemente, tal y como hemos mencionado en lo relativo a su reclusión, psicológicamente.
Entre la variedad de horripilantes técnicas está la del llamado «goteo libre» donde el oso sufre un agujero en la vesícula biliar, hasta la inserción de catéteres permanentes. La mayoría de los osos de granja están hambrientos, deshidratados y sufren múltiples enfermedades y tumores malignos que finalmente los matan.