Investigadores han secuenciado el genoma del tuátara, revelando su historia evolutiva única.
Con su cuerpo pequeño y escamoso, su cola puntiaguda y sus patas con garras, el tuátara parece marcar todas las casillas para ser un lagarto, pero no lo es. Este antiguo reptil es el único superviviente de su propia rama evolutiva en el árbol de la vida, la Sphenodontia.
Hasta ahora, los biólogos no habían llegado a un consenso sobre la historia evolutiva de los tuatara, si están más estrechamente relacionados con aves, cocodrilos y tortugas, o si provienen de un antepasado compartido con lagartos y serpientes.
Científicos colaboran con tribu maorí
Un equipo global de investigadores se ha asociado con la tribu maorí Ngātiwai para secuenciar el genoma del tuatara, este raro reptil endémico de Nueva Zelanda. Su trabajo, publicado en la revista científica Nature, sienta las bases para comprender la evolución de esta antigua especie y puede informar los esfuerzos de conservación para protegerla.
El estudio incluyó a colaboradores de la Universidad de Otago y del Instituto Europeo de Bioinformática de EMBL (EMBL-EBI).
«Nuestra investigación confirma que los tuatara se han separado del ancestro de los lagartos y las serpientes hace unos 250 millones de años», dice Matthieu Muffato, jefe de análisis de genómica comparativa en EMBL-EBI. «Este largo período de evolución independiente explica por qué encontramos que el genoma del tuatara es tan diferente al de otros vertebrados».
Curiosidades biológicas
«El genoma de tuatara es considerablemente más grande que el genoma humano y tiene una constitución única. Contiene muchos segmentos de ADN repetitivos que son exclusivos de la especie y no tienen una función conocida», explica Fergal Martin, Coordinador de Anotación de Vertebrados en EMBL- EBI.
La secuencia del genoma de tuatara reveló varios aspectos del estilo de vida de este reptil. Aunque los tuatara son animales predominantemente nocturnos, su ADN lleva una gran cantidad de genes involucrados en la visión del color, lo que podría ayudar a los jóvenes activos durante el día a escapar de sus depredadores.
Pueden vivir más de cien años
Si sobreviven a los caprichos de su vida juvenil, los tuatara pueden vivir hasta más de 100 años. Los científicos que examinan algunos de los genes implicados en la protección del cuerpo del envejecimiento han descubierto que los tuatara tienen más de estos genes que cualquier otra especie de vertebrados examinada hasta ahora.
«¿Podría ser esta una de las claves para su larga vida? Los tuátaras tampoco parecen contraer muchas enfermedades, por lo que investigar qué factores genéticos podrían protegerlos de la infección fue otro punto de enfoque para nuestro estudio», explica Neil Gemmell, profesor y líder de equipo en la Universidad de Otago.
Especie icónica
«El tuátara es una especie icónica, tanto para los maoríes como para los biólogos. Tiene una biología única y la forma básica de su cuerpo no ha cambiado mucho a lo largo del tiempo evolutivo, por lo que es una especie preciosa para que entendamos cuál es el ancestro común de los lagartos, serpientes y tuátaras», explica Paul Flicek, director asociado de EMBL-EBI.
Los científicos esperan que sus hallazgos sobre el genoma y la biología del tuátara sirvan de base a los esfuerzos de conservación para proteger este reptil inusual. El tuatara solía prosperar en Nueva Zelanda antes de que los primeros colonos humanos trajeran depredadores invasores como las ratas hace 800 años.
El ciclo de vida extremadamente lento del tuátara no es rival para la voracidad de sus depredadores: cuando se trata de reproducción, los tuátaras a veces necesitan más de 10 años para alcanzar la madurez sexual y producen crías solo cada dos a cinco años.
Protección de la especie
Aunque el estado de conservación de la especie es de «menor preocupación» según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, el tuátara depende de una gestión de conservación activa para evitar el establecimiento de especies invasoras en las islas donde sobrevive.
«Muy pronto quedó claro que un objetivo principal para todos nosotros era desarrollar nuevos conocimientos que mejorarían la conservación de esta especie. Acordamos asociarnos con los Ngātiwai para lograr ese objetivo, al tiempo que buscamos oportunidades para compartir otros beneficios que podría derivar de la investigación. Fue una asociación informada que creo que fue un elemento habilitador importante para el éxito del proyecto, que se extiende mucho más allá del logro científico de secuenciar el genoma», subraya Gemmell.
Referencia bibliográfica
The tuatara genome reveals ancient features of amniote evolution. Autores: Neil J. Gemmell, Kim Rutherford, Ngatiwai Trust Board et al. Publicación: Nature. Agosto 2020.