¿Sabes a qué hora quiere la naturaleza que empecemos el día?

Reloj despertador y taza de café
Imagen: S. Hermann & F. Richter – Pixabay

A las 10:00 de la mañana. ¿Te parece subjetivo? Bueno… eso es al menos lo que afirma el experto Paul Kelley, investigador honorario del Instituto de Neurociencias del Sueño y la Cicadianas, de la Universidad de Oxford. Presentó no hace mucho su reflexión en el British Science Festival. En su opinión, la jornada laboral debería comenzar oficialmente a las 10 de la mañana.

Y es que comenzar a trabajar desde muy temprano en ningún caso supone lo que la naturaleza había previsto para los humanos. «Tenemos una sociedad a la que se le priva del sueño. Esta privación es muy perjudicial para los sistemas corporales, ya que influye en las estructuras físicas, emocionales y de funcionamiento del organismo», ha explicado Kelley para The Daily Telegraph.

Ajustar los horarios a ritmos naturales incrementa concentración y productividad

No es una propuesta aleatoria, ya que se basa en el estudio de los ritmos circadianos (oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo). Kelley expone por ejemplo que un niño de diez años de edad no va a centrarse adecuadamente en la escuela antes de las 8:30. Y un joven de 16 años no debería comenzar antes de las 10:00 para conseguir los mejores resultados de concentración. Más aún, un estudiante de edad universitaria no debiera comenzar las clases antes de las 11:00.

En su opinión, adecuar los horarios esos ritmos naturales del cuerpo podría mejorar calificaciones hasta un 10 por ciento. De hecho, aplico estas investigaciones en su labor como director en una escuela secundaria. Modificó en este caso el horario de inicio de clases de 8:30 a.m. a 10 a.m. y descubrió que el número de mejores calificaciones aumentó en un 19 por ciento.

Del mismo modo, las empresas que obligan a los empleados a comenzar a trabajar antes también es probable que estén perjudicando su producción. Al tiempo, les generan problemas de salud a los trabajadores. El horario para despertarse no debería volver a horas tempranas hasta los 55 años de edad. Los ritmos circadianos en general se adelantan a medida que crecemos.

La falta de sueño tiene un amplio abanico de impactos negativos

La falta de sueño causa una amplia gama de impactos negativos en el bienestar. La privación de sueño puede afectar claramente el rendimiento de las personas, incluida su capacidad de pensar con claridad, reaccionar con rapidez y crear recuerdos.

La privación de sueño también afecta el estado de ánimo y contribuye a la irritabilidad, los problemas de relaciones (en especial en niños y adolescentes) y la depresión. La privación de sueño también puede aumentar la ansiedad.

El sueño es importante para la salud general; un sueño inadecuado se asocia con diversos problemas de salud. Las investigaciones muestran que no dormir lo suficiente o dormir mal aumenta el riesgo de tener presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.